Economía

Los nuevos estímulos de Draghi asustan a la banca y molestan a Trump

El interés del bono español a 10 años cae más de diez puntos básicos y marca un nuevo mínimo histórico, en el 0,4%

Los nuevos estímulos del BCE asustan a la banca e inquietan a Trump.
El presidente del BCE, Mario Deaghi. | EFE

Cada vez son menos las dudas: el Banco Central Europeo (BCE) prepara una nueva ronda de estímulos para revitalizar la economía europea. Si ya en la última reunión de la institución su presidente, Mario Draghi, desveló que la institución ya había debatido la posibilidad de nuevos recortes de tipos o reactivar el programa de compra de deuda, este martes el banquero italiano ha confirmado que, si no se produce un cambio en las circunstancias, esos estímulos tendrán que hacerse efectivos en las próximas semanas.

"En ausencia de mejoras, de manera tal que el retorno sostenido de la inflación a nuestro objetivo se vea amenazado, se requerirán estímulos adicionales", ha defendido Draghi en su discurso inaugural del foro de bancos centrales que anualmente organiza el BCE en la localidad portuguesa de Sintra.

De este modo, el banquero italiano ha reiterado la disposición del órgano de Gobierno del BCE a ajustar su orientación de futuro sobre la política monetaria de la institución, así como a rebajar los tipos de interés, evaluando medidas para mitigar cualquier efecto colateral negativo, además de subrayar que el programa de compras netas de activos de la entidad "cuenta con un considerable margen".

Draghi ha afirmado que si las circunstancias no mejoran habrá que adoptar estímulos adicionales

Las palabras de Draghi se producen en medio de una creciente preocupación sobre la evolución de la economía europea, amenazada por una larga serie de incertidumbres externas e internas, que ha provocado un brusco descenso de las expectativas de inflación a largo plazo, hasta niveles históricos.

La necesidad de dar respuesta a esta situación ha obligado al BCE a suspender sus planes de normalización de la política monetaria para dar nuevamente paso a las discusiones sobre la necesidad de desenfundar nuevas armas con las que combatir el deterioro de la situación en la Eurozona.

Aunque en el mercado son muchas las dudas que persisten sobre el margen de actuación del banco central, tras años de estímulos extraordinarios, las palabras de Draghi de este martes han servido de impulso para las bolsas europeas, que han logrado sacudirse su debilidad inicial para dar paso, a media sesión, a ganancias que, en el caso del Mib italiano o el Dax alemán superan con creces el 1,5%.

La reacción de los inversores también ha sido notoria en los mercados de deuda, donde la gran mayoría de los bonos europeos protagonizan nuevas mejoras, arrastrando su rentabilidad a nuevos mínimos históricos. Ese es el caso del bono español a 10 años, que resta más de diez puntos básicos de rentabilidad y roza niveles del 0,4%.

El optimismo inversor no ha logrado ocultar, no obstante, la inquietud que sigue predominando en la banca ante un previsible escenario de tipos en mínimos -e incluso inferiores a los actuales- por un tiempo mucho más prolongado de lo previsto. Los recortes son especialmente notorios entre las entidades españolas, muy sensibles a un escenario de tipos a la baja por su mayor exposición al crédito a tipos de interés variables.

Así, Bankia resta cerca de un 4% y se mueve ya en sus niveles más bajos desde 2015, tras ceder casi un 17% en los últimos tres meses. Bankinter, que cae en torno a un 3% y CaixaBank, que ronda el 2% de caídas, también figuran entre los más golpeados por este escenario.

A la espera de la Fed

Pero las palabras de Draghi también han tenido repercusión más allá de los mercados europeos. La brusca caída del euro frente al dólar, por debajo de los 1,12 dólares, que ha seguido a su mensaje no ha agradado al presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha criticado la actuación del presidente del BCE a través de su cuenta de Twitter.

"Mario Draghi acaba de anunciar que podrían llegar nuevos estímulos, lo que inmediatamente ha hecho caer al euro frente al dólar, haciendo que sea injustamente más fácil para ellos competir contra Estados Unidos", ha afirmado el presidente de Estados Unidos, antes de añadir que "han estado haciendo esto durante años, junto con China y otros".

Las acusaciones de Trump contra la política del BCE no son novedosas, ya que el presidente estadounidense ha denunciado en otras ocasiones que el banco central mantiene artificialmente bajo el valor del euro para favorecer sus exportaciones. No obstante, en un escenario de fuerte proteccionismo por parte de Estados Unidos, este nuevo dardo de Trump puede leerse como una advertencia de futuras medidas de represalia contra Europa.

El mercado espera que la Fed prepare este miércoles el terreno para bajar tipos en julio

En cualquier caso, lo cierto es que Estados Unidos también se enfrenta a un entorno de preocupación por la coyuntura económica que también obliga a la Reserva Federal (Fed) a plantearse un cambio en su rumbo para revitalizar el crecimiento y la inflación, golpeados en los últimos meses por la amenaza de la guerra comercial con China.

"Jerome Powell, el presidente de la Fed, por lo tanto, tendrá que comprometerse en un acto de equilibrio: si la resistencia de la economía de los Estados Unidos, que sigue siendo sólida, no le proporciona un argumento que justifique un cambio en la política monetaria debería indicar, no obstante, que El banco está listo para una Fed Put (una bajada de tipos) si es necesario para compensar los efectos negativos de las tensiones comerciales", explica Frank Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors.

El banco central estadounidense se reúne entre este martes y miércoles y se espera que pueda preparar el camino de cara a anunciar una bajada de los tipos en la próxima reunión que celebrará en julio.

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