Los bancos españoles se encuentran inmersos en una denodada lucha por atraer el crédito solvente. El escenario de tipos de interés en negativo en Europa obliga al sector a buscar la rentabilidad incrementando sus volúmenes de negocio, algo que se vuelve especialmente complejo en una economía como la española, en la que empresas y familias se encuentran desde hace años en un intenso proceso de desapalancamiento que ha conducido los niveles de crédito a sus niveles más bajos desde 2005.

Es así como se entienden las reiteradas llamadas de las entidades a sus clientes para recordarles que tienen a su disposición préstamos al consumo preconcedidos o la guerra de precios que mantienen desde hace varios trimestres los bancos para ofrecer las ofertas más competitivas, lo que ha llevado los tipos de créditos como el hipotecario a los niveles más bajos de su historia.

ING ha triplicado su cartera de crédito en España desde 2010, hasta superar los 24.000 millones

Esta lucha ha dejado en España a lo largo de 2019 un claro vencedor. Y no se trata de ninguno de los grandes bancos nacionales, sino de la entidad de origen holandés ING. El banco que dirige Roel Huisman, tras la reciente sustitución de César González-Bueno, contaba al cierre del tercer trimestre del año con una cartera de crédito a la clientela en España de 24.908 millones de euros, según los últimos datos publicados por la Asociación Española de Banca (AEB).

Esta cifra representa un crecimiento del crédito a la clientela de ING en España del 9,5% desde el inicio de 2019, una tasa que supera con creces la registrada por los grandes bancos españoles a lo largo del ejercicio. Entre los bancos cotizados de España, sólo Liberbank sigue la estela del grupo holandés, con un crecimiento de su cartera crediticia del 8,3%.

Bankinter, con un crecimiento del 4%, y CaixaBank, que ha aumentado el crédito a clientes en un 1,75%, son los otros bancos que han visto crecimientos considerables de sus volúmenes, mientras que el resto registra ligeros cambios o incluso una contracción de sus carteras, como es el caso de BBVA y Santander.

ING estira de este modo una inercia positiva que se mantiene desde hace varios años y que le ha permitido triplicar el volumen de préstamos a la clientela desde el año 2010. El banco ha logrado dar un giro a su perfil de negocio, impulsando el negocio crediticio con una oferta muy competitiva, que ha logrado compensar la pérdida de fuerza de productos que han sido sus principales ganchos de clientes, como la Cuenta Naranja. De este modo, el banco ha logrado impulsar su número de clientes en España a cerca de 4 millones (sumando algo más de 142.000 en los últimos doce meses), a pesar del estancamiento de los depósitos en su balance.

La entidad ofrece actualmente a sus clientes hipotecas a tipo variable y mixto, con un diferencial sobre Euribor del 1,11% así como una gama de préstamos personales desde el 6,12% TAE (Tasa Anual Equivalente).

Éxito de Openbank

El éxito de ING es paradigmático del crecimiento que están experimentando algunas entidades con un negocio más orientado hacia los canales digitales, cada vez más demandados por la clientela. En este escenario también es reseñable la evolución de Openbank, la marca digital del Grupo Santander.

Aunque parte de una base muy limitada, la evolución de la cartera de crédito del banco que dirige Ezequiel Szafir no resiste comparación, con un crecimiento del 76% desde el inicio de 2019, hasta los 576 millones de euros. Ya en 2017, Openbank había disparado un 266% el volumen de préstamos a la clientela en balance.

Una evolución opuesta muestra Evo Banco, la entidad recientemente adquirida por Bankinter. El volumen de créditos. Según los datos de la AEB, los préstamos a la clientela del banco se han reducido casi a la mitad en los tres primeros trimestres de 2019, hasta los 1.309 millones de euros.

Esta cifra, no obstante, está distorsionada por la escisión del negocio de financiación al consumo (Evo Finance), que no fue comprado por Bankinter. De hecho, las cifras de prestamos a la clientela de Evo Banco en los últimos seis meses arrojan un saldo positivo superior al 3%, según datos ofrecidos por la entidad.