El agujero de Reino Unido se reduce y Banco Sabadell lo aprovecha para presentar un beneficio que mejora en 2,3 veces el obtenido el año anterior. La entidad que preside Josep Oliu registró en 2019 unas ganancias de 768 millones de euros, un 134% superiores a los 328 millones del ejercicio anterior.

Las ganancias habrían sido mejores de no se por TSB, su filial británica, que cierra un año más con pérdidas, de 45 millones de euros, que defraudan el objetivo con el que Sabadell había abierto el año, de obtener una contribución positiva de su negocio en Reino Unido. Con todo, el agujero de TSB se reduce de forma significativa desde los números rojos de 240 millones de 2018.

Estas cifras no impiden que la dirección del banco español traslade un mensaje positivo respecto a la evolución de TSB, del que presentó recientemente un nuevo plan estratégico. "El desempeño comercial de TSB confirma la evolución positiva de sus fundamentales de negocio. Asimismo, la filial de Banco Sabadell en Reino Unido ha iniciado el desarrollo de su nuevo plan director, basado en la mejora de la eficiencia, el incremento de los ingresos del negocio bancario, la rentabilidad y la transformación digital", señala el banco en una nota de prensa.

La entidad ha ganado cuota de mercado en España en áreas como el crédito o la factuación con tarjetas

Las pérdidas de TSB quedan compensadas en el ejercicio mediante las plusvalías obtenidas por Sabadell a lo largo del ejercicio por las plusvalías obtenidas con distintas operaciones, como la venta de Solvia o la titulización de préstamos al consumo.

Respecto al negocio en España, donde el grupo obtuvo un beneficio atribuido de 794 millones (frente a 19 de México), Sabadell resalta el gran dinamismo comercial, que le ha permitido ganar cuota de mercado en negocios como el de crédito a clientes, facturación con tarjetas y TPV o penetración en pymes.

Con todo esto, el grupo Sabadell ha cerrado el ejercicio 2019 con un incremento de los ingresos del negocio bancario (margen de intereses + comisiones netas) en un 1%. El margen de intereses a cierre de año se ha situado en 3.622 millones, un 1,4% menos, mientras que las comisiones netas han repuntado un 7,7%, hasta los 1.439 millones, con incremento en todos los segmentos.

El total de los costes ascendió a 3.213 millones de euros, lo que supone un recorte del 1,8%, lo que ha contribuido a rebajar la ratio de eficiencia (mejor cuanto más baja) al 55,6%, frente al 58,3% del año anterior.

Las dotaciones y deterioros ascienden a 938 millones, una reducción cercana a los 400 millones respecto al ejercicio 2018.

Mejora el capital

Sabadell también registró en 2019 una mejora de su ratio de capital, uno de los aspectos que más dudas había generado entre analistas e inversores. Así, la ratio de capital CET1 fully loaded se situó al final del año en el 11,7% (12,1% pro forma, tras la venta de la gestora Sabadell AM), 34 puntos básicos más que al término de 2018. Esta cifra supera el objetivo del 11,6% que se había marcado la entidad.

Todo esto ha sido posible en un escenario de importantes desinversiones y de reducción de los activos problemáticos en balance. A cierre del ejercicio el saldo problemático es de 7.326 millones de euros, de los que 6.141 millones de euros corresponden a activos dudosos y 1.185 millones de euros a activos adjudicados.

La ratio de morosidad del banco se ha reducido al 3,8%, frente al 4,2% del año anterior

Tras reducirse en 954 millones, la ratio de activos problemáticos netos sobre el total de activos se reduce hasta situarse en el 1,7%, que compara con el 1,8% del año anterior.

La cobertura de activos problemáticos se sitúa en el 46,9%, siendo la cobertura de dudosos del 49,6% y la cobertura de los activos adjudicados del 33,3%. A destacar que los terrenos representan alrededor del 6% del total de activos adjudicados, porcentaje que compara con el 31% en el año anterior.

Por otra parte, el ratio de morosidad del grupo se sitúa en el 3,8%, que compara con el 4,2% del año anterior.

La entidad confía en el crecimiento de las comisiones y el control de los costes como las palancas que deben impulsar su rentabilidad a lo largo del presente año.