El coronavirus se lleva por delante el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona. Tras dos semanas resistiendo las presiones y aguantando el goteo constante de compañías que anunciaban su renuncia a asistir por miedo a los contagios del virus, la patronal de las telecos GSMA ha acabado claudicando y suspende la edición de la gran cita global de la industria del móvil de este año.

"La preocupación global por el brote de coronavirus y por los viajes hacen imposible celebrar el evento"

GSMA, la patronal mundial del sector del móvil que organiza el congreso, no ha esperado a la reunión del viernes de su consejo de administración y ha tomado la decisión este miércoles en un comité de urgencia ante una situación cada vez más insostenible, pese a que durante toda la tarde se ha venido especulando con que seguía todo adelante "de momento". Los organizadores han optado por echar la persiana de la edición de este año a poco más de una semana de su arranque (estaba programada entre el 24 y el 27 de febrero próximos).

"GSMA ha cancelado el MWC Barcelona 2020 porque la preocupación global por el brote de coronavirus,por los viajes y otras circunstancias, hacen imposible para la GSMA celebrar el evento", señala el consejero delegado de la organización, John Hoffman, en un comunicado oficial, el primero desde el pasado domingo.

“Las autoridades anfitrionas respetan y entiendan la decisión”, subraya el máximo responsable de la GSMA, a pesar de que Gobierno, Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han insistido durante días y hasta hoy mismo en que el evento se podía celebrar con normalidad y que no había razones de salud pública para echar el cierre. “La GSMA y las autoridades anfitrionas continuarán trabajando juntas y apoyándose mutuamente para celebrar el MWC de Barcelona en 2021 y futuras ediciones”.

GSMA ha intentado hacer frente a los temores de los expositores endureciendo cada vez más, día tras día, las medidas de seguridad y sanitarias para evitar. Se llegó a vetar la asistencia de personas procedentes de la provincia que es el epicentro de la epidemia de coronavirus, se iba a exigir que los visitantes garantizasen con sus pasaportes no haber estado en China dos semanas antes del congreso, se iba a tomar la temperatura a la entrada… No ha sido suficiente.

Al goteo constante de los últimos días de empresas que se borraban del MWC por miedo al coronavirus, este mismo miércoles se han producido renuncias que resultaban auténticos órdagos. La negativa de los gigantes europeos Vodafone, BT y Deutsche Telekom anticipaba ser la puntilla a un Mobile en situación insostenible. Las salidas se sumaban a la espantada cada vez mayor de compañías, con actores tan de renovable en el sector cayéndose de la cita de Barcelona Nokia, Facebook, AT&T, LG, Ericsson, Intel, Cisco, McAfee… hasta sumar una treintena.

La situación era insostenible y la presión sobre los organizadores para que suspendieran el evento era cada vez mayor. Sobre todo, porque hasta tres miembros del consejo de administración de GSMA –la japonesa NTT Docomo, la estadounidense AT&T y la alemana Deutsche Telekom- ya se habían borrado de la cita de Barcelona sin esperar a que la patronal tomara una decisión definitiva.

Todas las compañías que se han caído del cartel lo han hecho justificando su ausencia en que anteponen la salud y la seguridad de sus empleados y clientes, ante el riesgo de infección de coronavirus. Un mensaje que ponía en un brete tanto a GSMA como al resto de las compañías que hasta ahora habían mantenido su intención de de estar en Barcelona o habían optado por no pronunciarse abiertamente (cerca de 2.800 en total).

Un roto de 500 millones para Barcelona

La cancelación del Mobile World Congress supondrá un roto millonario para la ciudad de Barcelona por el enorme impacto económico y el gran volumen de visitantes de la mayor cita de la industria del móvil global.

Las previsiones que manejaba hasta ahora GSMA eran de récord para la edición de este año. Los organizadores auguraban más de 110.000 visitantes a la Fira y a las sedes de los eventos paralelos, frente a los 109.000 del año pasado. Y, sobre todo, anticipaba que el impacto económico del Mobile para la Ciudad Condal seguiría creciendo hasta los 492 millones de euros, frente al anterior máximo histórico de 473 millones de la pasada edición.

Unas previsiones, no obstante, que ya se daban por descartado que se fueran a alcanzar y que habría un descenso de los registros simplemente por el creciente número de compañías que han ido anunciando su renuncia a asistir.