Enagás no va a dar la batalla para tratar de echar atrás los recortes a sus ingresos que prepara la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). El zarpazo diseñado por el regulador será millonario durante los próximos seis años, pero el operador del sistema gasista ha decidido renunciar a abrir una guerra legal y se desmarca de la estrategia de recurrir los recortes que prepara Red Eléctrica de España (REE), su homólogo eléctrico en la gestión de la red.

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, no deja margen para la duda. La compañía ha descartado por completo la posibilidad de recurrir el nuevo marco regulatorio y subraya que los informes jurídicos que maneja el grupo confirman que “no existe base jurídica” para lanzarse a abrir un frente judicial.

El pasado mes de diciembre, la CNMC aprobó la circular definitiva que afecta a la retribución de Enagás, suavizando a prácticamente la mitad el recorte que inicialmente preveía para el grupo el regulador y dejándola en unos 5.920 millones de euros para el sexenio. Enagás entiende que los efectos de la incertidumbre que provocaría en su actividad intentar tumbar en los tribunales serían “tremendos” y opta por el pájaro en mano tras ver suavizado el zarpazo.

Red Eléctrica de España pretende seguir la estrategia contraria. El consejo de administrador del gestor de la red de alta tensión y operador del sistema eléctrico ha aprobado presentar recursos contra los circulares de la CNMC sobre la retribución de su red de transporte y por el mantenimiento de la misma. Esta semana presentará el escrito de interposición de los recursos contencioso-administrativos contra las circulares, para más adelante formalizar dichos recursos.

Red Eléctrica prepara la batalla legal contra los recortes de la CNMC apenas tres semanas después de la dimisión de su presidente, Jordi Sevilla, por los choques con el Gobierno y supuestos intentos de injerencia en la estrategia de la compañía de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Según varias fuentes, una de las exigencias del Ejecutivo planteadas a REE era evitar una batalla legal y no recurrir el marco regulatorio de la CNMC.

Ir de compras pese al corsé del Gobierno

Enagás quiere seguir creciendo con compras y prevé que tendrá un colchón milmillonario suficiente para afrontar operaciones corporativas en los próximos años. La compañía, que este martes ha presentado sus resultados anuales –con un beneficio de 422 millones en 2019, un 4,4% menos- calcula que dispondrá de hasta 1.500 millones de euros para abordar adquisiciones en los próximos siete años.

Llardén entiende que los flujos de caja que prevé generar el grupo a lo largo del periodo 2020-2026 sostendrán "bien la compañía, el empleo” y el grupo podrá “pagar un dividendo razonable sostenible", manteniendo sus compromisos de incremento en la retribución hasta 2023 y garantizando un 'suelo' de 1,74 euros por título entre 2024 y 2026, además de contar con un remanente "de entre 1.000 y 1.500 millones de euros para planes de inversión". "Si hay oportunidades, invertiremos", sentencia el presidente.

Enagás se lanza así a impulsar su expansión con compras a pesar de la pretensión del Gobierno de reforzar su control sobre las adquisiciones tanto del operador del sistema gasista como en el de Red Eléctrica, según adelantó El Independiente el pasado julio. Un mayor control que el Ministerio para la Transición Ecológico ha incluido en el borrador de anteproyecto de Ley de Cambio Climático.

El presidente de Enagás asegura que "no tiene ningún inconveniente" en facilitar más información al Gobierno sobre sus operaciones corporativas, ya que el grupo tiene experiencia en ello de cuando existía la denominada 'Función 14'. Enagás, subraya Llardén, ya informa al Ejecutivo de todas sus inversiones, ya que el holding público SEPI es accionista del grupo (con un 5% del capital) y está en el consejo de administración. "Lo seguiremos haciendo sin ningún tipo de problema. “Estamos acostumbrado a cumplir las normas en España y fuera de España".

El operador del sistema gasista español apuesta por seguir consolidando su expansión internacional, con una inversión ya de unos 2.900 millones de euros que le ha llevado a contar con presencia en México, Perú, Chile, en países de Europa (Grecia, Albania e Italia) y que ha tenido como última gran operación su entrada en el accionariado de la estadounidense Tallgrass, donde a lo largo de este año elevará su participación hasta el 30%.