La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha calmado los ánimos dentro del sector empresarial y ha afirmado que "cualquier modificación en este ámbito se hará de forma dialogada con los agentes sociales". "Sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar inseguridad jurídica en este momento. Los contribuyentes nos pagan para solucionar problemas y no por crearlos", ha afirmado Calviño.

La vicepresidenta económica ha rechazado así la derogación de la reforma laboral en su participación en una conferencia del Cercle d'Economia. Calviño ha subrayado que "el Gobierno tiene clara cuál tiene que ser la prioridad: reactivar la actividad económica y apoyar a las empresas y a los trabajadores".

En esta línea, ha aprovechado para agradecer de nuevo "el esfuerzo que están haciendo las empresas". Cabe recordar que la patronal, junto con los sindicatos y el Gobierno llegaron a un acuerdo para la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hace menos de una semana.

Durante este jueves se han sucedido las reacciones del sector empresarial rechazando el acuerdo firmado por Unidas Podemos, PSOE y Bildu para la derogación de la reforma laboral. Para CEOE, el pacto "dinamita" el diálogo social. Tanto es así, que el presidente de los empresarios, Antonio Garamendi, ha afirmado que dejaba en "suspenso" el diálogo con el Gobierno. De hecho, la reunión prevista con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para esta tarde se ha suspendido.

Brecha en el Ejecutivo

Estas declaraciones amplían la brecha en el Gobierno después de que el vicepresidente Pablo Iglesias haya afirmado este jueves que lo pactado ayer implica la «derogación íntegra de la reforma laboral» y que no asume el comunicado de Ferraz con la rectificación. Por su parte, el ministro de Tranportes, José Luis Ábalos, ha explicado que todos los partidos deberían firmar esa rectificación que llegó tras la publicación del acuerdo.

Fuentes conocedoras del asunto han explicado que fue precisamente la vicepresidenta Nadia Calviño quien medió para que se rectificase el acuerdo firmado este miércoles y se adaptase al pacto de Gobierno de PSOE y Podemos. Fue ella la que consiguió con su maniobra de urgencia frenar el pacto en los términos en que se hizo público y la que consiguió que el Gobierno volviera a la posición de partida de reformar sólo algunos aspectos de la normativa, tal como ha publicado este periódico.

Las tres formaciones sorprendieron ayer por la tarde dando a conocer un acuerdo, vinculado a mantener el estado de alarma, en el que se establecía la derogación de “manera íntegra” de la reforma laboral de Mariano Rajoy y de hacerlo de manera rápida. Apenas tres horas después, el PSOE reculaba y aclaraba que el acuerdo con Bildu sólo se aplicaría en los mismos términos del acuerdo de coalición de gobierno de PSOE y Podemos: tumbar de manera urgente los “aspectos más lesivos” de la ley.