Economía

Calviño intervino de urgencia para rectificar el pacto con Bildu contra la reforma laboral

La vicepresidenta maniobró cuando conoció el contenido del pacto para que Moncloa no impulsara una contrarreforma exprés y total de la regulación laboral en plena emergencia.

Pablo Iglesias y Nadia Calviño, en el Congreso. EP

La intervención de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, fue crucial para frenar el acuerdo sellado por PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu para tumbar la reforma laboral de 2012 del Partido Popular. Fue ella la que consiguió con su maniobra de urgencia frenar el pacto en los términos en que se hizo público y la que consiguió que el Gobierno volviera a la posición de partida de reformar sólo algunos aspectos de la normativa.

Las tres formaciones sorprendieron ayer por la tarde dando a conocer un acuerdo, vinculado a mantener el estado de alarma, en el que se establecía la derogación de “manera íntegra” de la reforma laboral de Mariano Rajoy y de hacerlo de manera rápida. Apenas tres horas después, el PSOE reculaba y aclaraba que el acuerdo con Bildu sólo se aplicaría en los mismos términos del acuerdo de coalición de gobierno de PSOE y Podemos: tumbar de manera urgente los “aspectos más lesivos” de la ley.

Entre un anuncio y otro, el papel de Calviño fue clave. “La vicepresidenta intervino cuando conoció el acuerdo”, explican fuentes conocedoras de las conversaciones de alto nivel mantenidas ayer por la tarde para el cambio de postura de los socialistas y del Gobierno.

Calviño se plantó e insistió ante el propio presidente Pedro Sánchez que no es el momento de emprender reformas urgentes y de calado, como un cambio profundo del marco laboral, en plena crisis por la emergencia sanitaria. "No es momento de andar con reformas que se alejen de las necesidades del país", apuntan fuentes cercanas a Calviño como la postura que defendió la jefa económica del Ejecutivo.

Fue la vicepresidenta la que forzó el cambio y la que consiguió que a medianoche el PSOE enviara a la prensa una "nota aclaratoria" para certificar que no se abandonaran los términos del acuerdo de coalición. Algunas fuentes económicas apuntan que Calviño recibió las presiones de las patronales, singularmente CEOE, para reconducir y frenar el acuerdo PSOE-Podemos-Bildu. "Me reservo esa respuesta", ha apuntado el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, en sendas entrevistas radiofónicas cuando le han preguntado si ha tenido contactos directos con el Gobierno.

La rectificación nocturna de los socialistas que ya ha supuesto un choque con los otros firmantes del acuerdo -que se selló en la mañana de ayer pero no se dio a conocer hasta la votación en el Congreso de la prórroga del estado de alarma para no espantar a Ciudadanos y PNV-. El vicepresidente segundo y secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegui, han insistido en que el acuerdo ha de cumplirse literalmente y que se derogará íntegramente la reforma laboral.

Sin empresarios ni sindicatos

El acuerdo se firmó de espaldas a los agentes sociales. De hecho, se comunicó horas después de la primera reunión de la Comisión tripartita de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que agrupa a Gobierno, patronal y sindicatos. En esa reunión, no se comentó nada a los representantes de empresarios y trabajadores.

Por ese motivo, la patronal considera que se ha “dinamitado” el diálogo social. Desde que empezase la legislatura, el Gobierno ha firmado dos acuerdos con los sindicatos y la patronal, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y la prórroga de los ERTE. Sin embargo, este miércoles decidió firmar un pacto para la derogación de la reforma laboral sin consultar con los agentes sociales. Desde el Ministerio de Trabajo apuntan que la ministra Yolanda Díaz “no lleva esas negociaciones”.

CEOE ha expresado su rechazo “con rotundidad” y ha señalado que el pacto “supone un desprecio indignante al diálogo social”. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha asegurado que se enteró por los medios del acuerdo y ha pedido “mesura” a los empresarios para que se vuelva al diálogo social.

Desde CCOO le ha quitado hierro al asunto y ha señalado que “reproduce el acuerdo de investidura”, algo que defiende también Moncloa, después de una rectificación en el primer documento firmado por las tres formaciones. El secretario general, Unai Sordo, ha señalado que sería bueno recuperar la agenda laboral que quedó interrumpida por la pandemia, cuando se haya resuelto la emergencia sanitaria.

Efectos económicos

Sobre los efectos económicos, la patronal considera que «se echarán por tierra todos los esfuerzos realizados para, a través de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), lograr hibernar las plantillas y salvaguardar millones de puestos de trabajo», concluye el comunicado.

Desde el Instituto de la Empresa Familiar, patronal de empresas como Mercadona o Inditex, aseguran que “desde las instituciones comunitarias (la derogación de la reforma laboral) sería considerada un tremendo paso atrás y pondría en serio riesgo el imprescindible apoyo que en estos momentos necesita nuestro país por parte de Europa».

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