El grupo Lufthansa ha registrado unas pérdidas de 2.124 millones de euros en el primer trimestre de 2020, lo que supone multiplicar por cinco las pérdidas de 342 millones de un año antes, debido a la paralización de las operaciones ante la pandemia de coronavirus.

La compañía tenía previsto presentar los resultados el pasado 30 de abril pero fueron pospuestos por los impactos de la crisis del coronavirus. No obstante, el 23 de abril dieron un avance con las cifras más significativas.

Las restricciones a los viajes por el coronavirus han afectado a los ingresos, que durante el trimestre se desplomaron un 18%, hasta los 6.441 millones, siendo mayor el descenso de las ganancias devenidas del tráfico aéreo, que se redujeron un 22%, hasta los 4.539 millones.

Los gastos, por otro lado, se redujeron un 6%, hasta los 8.162 millones de euros, una reducción que solo permitió compensar "parcialmente" la bajada de ingresos.

En el trimestre, el Ebit ajustado de la compañía fue negativo de más de 1.220 millones de euros -casi tres veces más- y el Ebitda ajustado, que el pasado año fue positivo, se desplomó a los 540 millones negativos.

La incertidumbre sobre la evolución de la pandemia de coronavirus impide a la compañía hacer un pronóstico preciso sobre los resultados financieros del año, aunque espera que el Ebit ajustado siga reduciéndose.

Evolución de la capacidad

Entre enero y marzo, el grupo transportó a 21,7 millones de pasajeros, un 26% menos, con un 19% menos de oferta y una caída del 24% en la demanda. El factor de ocupación fue del 73,3%, 4,6 puntos porcentuales menos.

Durante los meses de abril y mayo la reducción del tráfico ha alcanzado el 95%, con una paralización de 700 de los 763 aviones del grupo.

No obstante, a partir de mediados de junio las aerolíneas del grupo ampliarán sus horarios hasta alcanzar unas 2.000 conexiones semanales a más de 130 destinos. Este martes, la junta ejecutiva decidió aumentar la capacidad ofrecida en septiembre hasta un 40% con respecto al plan original.

Al mismo tiempo, el número de destinos aumentará hasta el 70% del plan original para los vuelos de larga distancia y el 90% para los de corta distancia, con la intención de ofrecer a los clientes la mayor variedad posible de destinos. Con ese fin, se está elaborando una ampliación gradual del programa de vuelos en los próximos tres meses.

En cuanto a la demanda, la compañía estima que se incremente gradualmente. Estima mantener 300 aviones estacionados en 2021, y 200 en 2022. Tras la recuperación de la crisis, prevista para 2023, el grupo espera que su flota siga siendo de 100 aviones menos.

Anuncia una reestructuración

La compañía ha señalado que las medidas de apoyo por parte de los diferentes Estados en los que tiene presencia aseguran su solvencia hasta que pueda volver a generar recursos. El Gobierno alemán ha ofrecido a la compañía ayudas de hasta 9.000 millones. El 31 de marzo de 2020, la liquidez del Grupo Lufthansa ascendía a unos 4.300 millones de euros, aunque esta se reduce en unos 800 millones al mes.

Para poder hacer frente a la devolución de los préstamos y los bonos, la compañía necesitará aumentar el flujo libre de caja en comparación con los niveles anteriores a la crisis, a pesar de que la demanda se mantendrá por debajo. Por ello, la compañía llevará a cabo un programa de reestructuración en todas las aéreas, acordando soluciones "innovadoras" con sindicatos y comités de empresa.

El plan pasa por reducir "significativamente" los costes unitarios en comparación con los niveles anteriores a la crisis. Los costes fijos se han conseguido reducir a través de la reducción de jornada de unos 87.000 empleados, el aplazamiento o cancelación de proyectos y trabajos de mantenimiento.

Además, está intensificando los programas de reestructuración en Austrian Airlines, que reducirá su capacidad a largo plazo mediante la reducción de la flota del 20% acompañada de una reducción del 20% en los costes de personal, y Brussels Airlines, que tiene previsto reducir su flota en 30% y su plantilla en un 25%. Asimismo, se llevarán a cabo otros programas de reestructuración y reducción de costes en otras empresas del grupo.

Por otro lado, el grupo continúa en negociaciones con los fabricantes de aviones sobre los aplazamientos en las entregas de los contratos y está estudiando la venta de unidades de negocio individuales no esenciales en el medio plazo.