Reformas en el mercado laboral y en las pensiones. Esas parecen ser las exigencias del primer ministro neerlandés con respecto a España para cerrar un acuerdo en el Consejo Europeo sobre el Fondo de Reconstrucción de la Unión Europea. Dos aspectos, de los que el país de los tulipanes puede presumir. Países Bajos tiene una tasa de desempleo de alrededor del 3%, mientras que en España ésta escala hasta el 14%.

En el caso de las pensiones, el sistema neerlandés está considerado el mejor del mundo según el Melbourne Mercer Global Pension Index 2019, un estudio que analiza los puntos fuertes y débiles de las pensiones de una treintena de países entre los que también se encuentra España.

Según ese estudio, España aprueba, pero lo hace con una puntuación de 54,7 sobre 100. El documento analiza los sistemas de pensiones sobre tres variables: la adecuidad, la sostenibilidad y la integridad. Es en el segundo de los factores donde nuestro país saca la peor nota, un 26,9.

La sostenibilidad del sistema de pensiones es un debate que lleva años sobre la mesa. De hecho, la reforma de estas es una de las prioridades del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Además, uno de los objetivos del ministro José Luis Escrivá, es también una de las recomendaciones del informe de Mercer: aumentar la edad efectiva de jubilación. El informe también considera que si España quiere mejorar su puntuación debería aumentar el ahorro de los hogares y el nivel de contribución de la población activa.

En esto segundo también trabaja el Ministerio. Tal como publicó este periódico, Seguridad Social planea subir las bases máximas de cotización. Sin embargo, con la emergencia sanitaria quedaron paralizados estos planes. 

Las pensiones en Países Bajos

En los Países Bajos, el sistema de pensiones está formado por tres partes. La primera, es un sistema de planes de pensiones en las empresas que cubre a un 90% de los trabajadores, según el informe Las pensiones europeas y sus reformas recientes, elaborado por BBVA y que corresponde a un 70% de la pensión. La segunda es una prestación pública que cubre un 30%. Por último, los neerlandeses que no lleguen a una prestación mínima pueden solicitar una pensión social complementaria.

Se trata de un sistema que “combinando pensiones públicas de la Seguridad Social (pilar 1) y privadas de empresa y obligatorias (pilar 2), devuelve al pensionista tipo el 101% de su salario”, explica José Antonio Herce, socio fundador de LoRIS y presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones. Herce subraya que “la pensión pública (en Países Bajos) es una pensión básica” y que esto es “muy importante, porque la gente querría tener las pensiones holandesas pero con el sistema español”.

Una reforma que llega tarde

El experto en pensiones apunta que en España “llevamos 30 años con el sistema de planes y fondos de pensiones, de empleo e individuales y no hemos conseguido nada”. Son precisamente estos planes los que garantizan la sostenibilidad y aportan la mayor parte de las pensiones neerlandesas. José Antonio Herce aporta otro dato: Países Bajos tiene el “170% del PIB en ahorros provisionales, el pilar dos, nosotros apenas tenemos el 9, en 30 años”.

Por eso, Herce considera que no es cuestión de si España “se puede permitir ahora o no” una reforma, sino que de lo contrario, “nunca haremos nada y nuestro sistema tendrá una creciente insuficiencia financiera y no podrá cumplir las promesas que tiene hechas a generaciones de trabajadores y pensionistas que siguen depositando sus ahorros y esfuerzos en un sistema público”. 

El presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones considera que “hay que trazar una línea y decir “hasta aquí hemos llegado”. Apuesta por una “transición” y un “esfuerzo repartido entre generaciones”. Por el contrario, critica que el Gobierno se plantee penalizar a los planes de ahorro individuales, eliminando los beneficios fiscales.

Por último, Herce insiste en que la reforma tiene que venir de un acuerdo entre los agentes sociales, a los que felicita por su “responsabilidad” en las decisiones que se han tomado durante la pandemia. “Si intervienen los agentes sociales me daría mucha más confianza, el debate político está condenado al fracaso”, concluye.

España arrastra una reforma de las pensiones pendiente, Escrivá ha llegado con unos planes debajo del brazo y estos se antojan cada vez más urgentes, a juzgar por las reclamaciones de los frugales.