La economía española se contrajo un 22,1% en el segundo trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2019. Se trata de la caída más abrupta de la serie histórica y se explica por el parón económico a causa del confinamiento. La crisis del coronavirus ha causado estragos al producto interior bruto (PIB), según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con respecto al primer trimestre, cuando la caída fue del -5,2%, el PIB español se ha reducido en un 18,5%. Al encadenar dos trimestres con crecimientos negativos, España está ya en recesión técnica. Por otra parte, este nivel de contracción está en línea con las previsiones de los distintos organismos nacionales e internacionales que ya estimaban un descenso del 20% del PIB.

España ha sido uno de los países más afectados por el coronavirus. Los datos de Alemania indican que la caída del PIB en el país germano fue del 11,7%, el de Francia lo hizo un 19%.

El gasto de los hogares se redujo en un 21,2% en tasa intertrimestral mientras que en comparación con 2019 el descenso es del 25,7%. Por otra parte, las importaciones y exportaciones cayeron un 28,8% y un 33,5% respectivamente, con respecto a los tres meses anteriores. La inversión inmobiliaria también experimenta una caída superior a la del PIB hasta el -30,9%.

Empleo

Los datos de empleo que desvela la contabilidad nacional publicada por el INE indican que entre abril y junio el número de horas trabajadas se redujo un 21,4% con respecto al primer trimestre y un 24,8% con respecto al año anterior.

Por sectores, la construcción es donde más cayeron, un -32,2%, mientras que en industria (-20,9%), servicios (-25,5%) lo hicieron por encima del 20%. El sector primario también experimentó una caída, pero algo más moderada, del -9,3%.

Según indica Estadística, los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se redujeron un 17,7% con respecto al primer trimestre. Así, la tasa de empleo es del -18,5%, lo que supone una disminución de 3,3 millones de empleos a tiempo completo en un año.

Estas cifras negativas han llevado a la productividad a caer un 4,4% algo que ha hecho crecer el coste laboral unitario al 8,7% con respecto al mismo periodo del año anterior.