La recuperación del sector textil aún parece lejana y la campaña de verano no servirá para amortiguar el golpe infligido por la pandemia. Desde la patronal de un sector que se encuentra en plena transformación digital advierten de que el 25% de los comercios textiles están cerrados ahora mismo al público y que “la mayoría” de ellos no volverá a levantar la persiana.

Entre los sindicatos rebajan el pesimismo respecto a las ventas y aseguran que "de cara al verano, es difícil no mejorar lo de ahora mismo". El año 2020 se cerró con un desplome del 50%, pero aunque la facturación ha subido por cuarto mes consecutivo, aún se registra un 40,4% de descenso acumulado respecto al mismo período de 2019.

En total, la patronal textil cree que "está en riesgo el empleo de 100.000 personas" y, a pesar del avance de la vacunación, -sostiene Zamácola- "en agosto aún estaremos en una situación pandémica". "No creo que esto se vaya a recuperar exponencialmente", resume.

En CC.OO creen que la temporada estival no será tan negra como la pinta la patronal textil. "Va a haber cierto estancamiento”, apunta el secretario de políticas sindicales de Comisiones Obreras, Manuel Francisco Sánchez Montero. “Pero después del verano veremos si hay más empresas que entran en despidos colectivos y yo espero alguna más", agrega.

De momento, el principal foco de conflicto está en la multinacional sueca H&M, que pretende clausurar 30 locales en España y desprenderse del 20% de sus aproximadamente 5.000 empleados. Según los datos ofrecidos por la propia compañía -añade Sánchez Montero- en 12 o 13 tiendas no existen pérdidas.

En este sentido, asegura que la exigencia de los sindicatos pasa por que el ajuste de plantilla "se rebaje de manera considerable y se ofrezcan vacantes para recolocar a la gente". De momento, este fin de semana se han registrado concentraciones y paros parciales. Y si la empresa no da marcha atrás, habrá huelgas de 24 horas los días 19 y 21 de mayo.

"El sector está bastante tocado por lo sufrido en la pandemia, pero algunas empresas están aprovechando para cambiar el modelo de negocio por las bravas, sin reformas consensuadas", apunta.

Por contra, Inditex se encuentra desde hace un año inmersa en un proceso de cierre de tiendas a nivel mundial para concentrar la potencia en establecimientos de mayor tamaño, donde es más fácil avanzar en la digitalización. Sin embargo, la compañía propietaria de Zara, Bershka, Stradivarius u Oysho se ha comprometido a recolocar a los trabajadores afectados en otros establecimientos.

Aunque el ajuste de empleos que se está dejando notar también en la banca, ha afectado ya a varias firmas de ropa. El pasado jueves, Adolfo Domínguez cerró in extremis un ERE con los sindicatos que afectará a 204 trabajadores en lugar de los 297 propuestos inicialmente. Asimismo, habrá 55 prejubilaciones. El Corte Inglés, por su parte, también ha cerrado otro despido colectivo para todo el grupo al que se han adherido de forma voluntaria más de 4.000 trabajadores.

Hasta mediados de 2022

En cualquier caso, desde CCOO consideran que aún es pronto para comprobar el impacto real que ha tenido la crisis sanitaria y sitúan en "mediados de 2022" el momento clave para "saber cómo ha quedado el sector" tras recoger los efectos de la pandemia y el cambio de modelo que se está ejecutando en paralelo. Lo que tienen claro, es que "le va a costar remontar", resume Sánchez Montero.

Quienes más fácil lo tendrán serán aquellos capaces de complementar los canales de venta, mientras que aquellos que no sepan avanzar por esa vía, "quedarán rezagados". La crisis sanitaria no ha hecho sino acelerar la transformación digital del negocio. Según un reciente estudio de Kantar realizado en colaboración con Moda.es, las ventas online de ropa y complementos elevaron su cuota de mercado sobre la facturación total del sector del 9,3% al 19,4%, acercando a España a las ratios de otros vecinos europeos.

La actividad no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta que se eliminen las restricciones a los eventos en grupo

Pero desde la patronal textil insisten en que a pesar de esa mejora, la actividad comercial no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta que se eliminen la mayoría de las restricciones que siguen pesando sobre los eventos en grupo. "No es un problema de acceso a las tiendas, sino de que mientras estén prohibidas las reuniones donde se pueden estrenar prendas, la gente no va a comprar ropa", enfatiza Zamácola.

El presidente de Acotex defiende que la situación que atraviesa el sector es incluso "peor a la que se da en la hostelería y la restauración". En este sentido, critican que el Gobierno central haya tomado las medidas "tarde, mal y de manera insuficiente". En este sentido, consideran insuficiente las moratorias en los impuestos, tasas, tributos o en las cuotas de la Seguridad Social y reclaman directamente la condonación de los mismos. También exigen una reducción del IVA para incentivar el consumo y una solución para el pago de los alquileres comerciales.