El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha insistido en que no subirá la edad legal de jubilación ni tampoco aumentará los años que los españoles deben cotizar para acceder a la pensión. Así lo ha asegurado en una entrevista en La Sexta, donde ha explicado que estos dos aspectos no están en discusión ni son parte del reciente acuerdo de pensiones alcanzado entre el Gobierno y organizaciones empresariales y sindicatos.

También ha recordado que la edad efectiva de jubilación se va a ir demorando gracias a un buen esquema de incentivos que hará que no sea necesario subir la edad legal de jubilación, puesto que se conseguirá igualmente que los españoles se retiren algo más tarde. "Con un buen esquema de incentivos podemos conseguir que la gente trabaje más años, y ese es el elemento más potente para la sostenibilidad del sistema", ha añadido.

Preguntado sobre el posible recorte a la pensión de los baby boomers que deslizó la semana pasada, y del que después se desdijo (primero, apuntó que la generación del baby boom deberá asumir «algo del esfuerzo que hay que hacer de moderación del gasto en pensiones» y planteó que podrán «elegir entre varias opciones" como ajustarse la pensión o trabajar algo más), ha insistido en que "no se expresó bien" y que fue inoportuno, pues el día que hizo esas reflexiones fue el día que se firmaba el acuerdo de pensiones alcanzado con los agentes sociales.

A la vez, ha recalcado que España "no tiene un problema agudo de pensiones", pues su gasto actual es del 12% del PIB, frente al 16% del PIB de Francia e Italia, y lo que se estima es que, si España no hiciera nada, en algún momento de finales de los años 40 se alcanzaría un gasto del 16% del PIB.

Escrivá ha explicado que no se trata de que la mencionada generación, de nacidos aproximadamente entre 1950 y 1970, cobren menos pensión o trabajen más tiempo sino de que los jóvenes de hoy, los hijos de esa generación, no soporten el mayor gasto en pensiones que supondrá la llegada de sus padres a la edad de jubilación.

A la vez, ha recordado que la generación del baby boom es más ancha que las que la preceden y la siguen, y a eso se une que los jóvenes actualmente encuentran mayores dificultades para acceder al mercado laboral. "Tenemos que interiorizar que ellos no pueden soportar determinados costes y no me refiero sólo a las pensiones, sino a todas las políticas públicas. Hay que proteger a los jóvenes", ha manifestado.

Los trabajadores pertenecientes a la generación del baby boom actualmente son 9 millones y los sindicatos y empresarios se han lanzado a criticar el posible recorte a su pensión.

El Gobierno calcula que la vinculación de las pensiones al IPC, unida al aumento de los jubilados que se producirá en los próximos años, llevará a que el gasto en pensiones se dispare hasta alcanzar el 2,5 del PIB en 2050. Sin embargo, gracias a los cambios que introduce en los desincentivos a la jubilación anticipada voluntaria y a los incentivos a la jubilación demorada, estima que conseguirá retrasar la jubilación de millones de españoles y, con ello, reducirá este gasto a la mitad, es decir, hasta los 1,3 puntos de PIB aproximadamente.