El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, ha reconocido que el repunte de la inflación ha superado lo esperado y supone a los niveles actuales un factor de preocupación, aunque ha subrayado que todo apunta a que se trata de algo transitorio, por lo que se ha mostrado a favor de empezar a reducir las compras de activos del banco central si la recuperación de la economía sigue el curso previsto.

"En la reciente reunión del FOMC en julio, yo opinaba, al igual que la mayoría de los participantes, que si la economía evolucionaba ampliamente como se anticipó, podría ser apropiado comenzar a reducir el ritmo de compra de activos este año", ha señalado Powell durante su intervención inaugural en el simposio de Jackson Hole.

En este sentido, el banquero central estadounidense ha destacado que, si bien durante este mes se han conocido más progresos en la forma de una fuerte creación de empleo en julio, también se ha producido una mayor propagación de la variante Delta de la Covid-19, por lo que será necesario evaluar cuidadosamente los datos entrantes y los riesgos para la evolución de la economía.

No obstante, Powell ha defendido que, incluso después de que finalicen las compras de activos de la Fed, las elevadas posiciones del banco central de valores a más largo plazo continuarán respaldando unas condiciones financieras acomodaticias.

Asimismo, ha querido subrayar que el momento y el ritmo de la próxima reducción en las compras de activos de la Fed "no tendrán la intención de transmitir una señal directa con respecto al momento del despegue de las tasas de interés".

A este respecto, el presidente de la Fed ha recordado que el banco central pretende mantener el rango objetivo para los tipos de interés en su nivel actual hasta que la economía alcance condiciones consistentes con el máximo empleo y la inflación haya alcanzado el 2% y esté en camino de superar moderadamente dicho umbral durante algún tiempo.

"Tenemos mucho camino por recorrer para alcanzar el máximo empleo, y el tiempo dirá si hemos alcanzado una inflación del 2% de manera sostenible", ha afirmado.

Inflación

En su discurso, el presidente de la Fed ha reconocido que la tasa de inflación de Estados Unidos, que en la actualidad se mantiene en el 5,4%, en máximos desde 2008, "representa un motivo de preocupación", aunque ha subrayado que esa preocupación se ve atenuada por una serie de factores que sugieren que "estas lecturas elevadas probablemente resulten temporales".

En este sentido, ha destacado que las expectativas de inflación a más largo plazo se han movido mucho menos que la inflación real o las expectativas a corto plazo, lo que, en su opinión, sugiere que los hogares, las empresas y los participantes del mercado también creen que es probable que las lecturas actuales de inflación alta sean transitorias.

De este modo, el banquero central ha explicado que las presiones inflacionistas por ahora se han concentrado en un grupo relativamente reducido de bienes y servicios directamente afectados por la pandemia y la reapertura de la economía, así como la energía, por lo que sus efectos deberían diluirse con el paso del tiempo.

"Nos preocuparían las señales de que las presiones inflacionarias se están extendiendo más ampliamente a través de la economía", ha añadido.

Asimismo, la Fed está prestando atención a la evolución de los salarios en el país y su consistencia con una inflación del 2% a lo largo del tiempo. "Hoy vemos poca evidencia de aumentos salariales que puedan amenazar una inflación excesiva", ha señalado.

Por otro lado, si bien es probable que los factores desinflacionarios globales subyacentes evolucionen con el tiempo, Powell ha apuntado que hay pocas razones para pensar que se hayan revertido o disminuido repentinamente, por lo que "parece más probable que sigan pesando sobre la inflación a medida que la pandemia pase a la historia".