La temporada de verano ha sido peor de lo que esperaban las agencias de viajes. La recuperación de la actividad no se ha dejado notar tanto en este segmento del sector turístico como en el conjunto del mismo. No en vano, cerca de un 75% de su facturación depende de los viajeros que deciden salir al extranjero y ahí existe todavía una gran brecha con la etapa previa a la pandemia.

Las restricciones aún vigentes en mercados como el norteamericano o en destinos clave de Asia han lastrado las expectativas de las oficinas de viajes que, por otro lado, son el único actor del sector turístico que ha visto reducido el número de afiliados a la Seguridad Social respecto al mes de julio de 2020.

Según los datos facilitados este lunes por el organismo Turespaña, las agencias de viajes tienen 3.307 trabajadores menos que hace un año, mientras que en el conjunto del sector turístico creció un 10,5% en términos interanuales con 244.150 afiliados más, hasta los 2,56 millones de trabajadores en julio. El crecimiento del empleo en las agencias respecto a junio apenas rozó el 1,3% mientras que la hostelería repuntó un 7,4% y otras actividades hasta un 22,3%.

Y aunque para las agencias han empezado a moverse las cosas con el fin de algunas restricciones, aún no pueden permitirse rescatar a todo su personal. Por eso tienen la vista puesta ya en la negociación para la prórroga de los ERTE a partir de septiembre. "Hemos mantenido conversaciones con el Ministerio de Trabajo y con la CEOE para poner de manifiesto esta situación y que se nos permita continuar aplicándolos con las mismas exoneraciones que hasta ahora", dice Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

En este sentido, recuerda que aún se encuentran un 50% por debajo de lo que facturaban en 2019, en un negocio con márgenes estrechos que requieren tener elevados niveles de ingresos para obtener beneficios. "Es totalmente inviable para nosotros ahora hacernos cargo de toda la carga laboral. No estamos generando flujos de caja y no tenemos capacidad para hacer frente a la situación", se lamenta.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se ha limitado a señalar que el debate sobre la ampliación de los expedientes temporales "está en la agenda del Gobierno". "Espero que muy pronto los dos ministros competentes se sienten en la mesa del diálogo social para plantear esta y todas aquellas medidas necesarias para apoyar un sector palanca en la recuperación económica", ha dicho en RNE.

De lo contrario, la situación se puede poner aún más cuesta arriba para estos negocios que, a diferencia de otros actores turísticos, no terminan de ver la luz al final del túnel. "Las agencias de viajes somos el sector de la cadena de valor que tenemos más gente de la plantilla en ERTE -aproximadamente un 60%- y hemos perdido un 13% de empleabilidad", apostilla Martí Sarrate, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave).

Sobre la pérdida de afiliación respecto al mes de julio del año pasado, añade que "muchas empresas han dejado el ERTE y se han acogido a la fórmula del ERE". En efecto, no es lo mismo recuperar a una o dos personas que a una plantilla plantilla entera. "Y como la temporada no está yendo bien, todavía puede ir más gente al paro, independientemente de que esperamos que el 30 de septiembre se prorroguen los ERTE como mínimo hasta el 31 de diciembre", añade.

Según los últimos datos oficiales, a cierre de julio había casi 16.000 afectados por este mecanismo en el sector de las agencias y los operadores turísticos. De ellos, casi 5.200 tenían una suspensión parcial y otros 10.346 tenían una suspensión total de su actividad. Sólo podrán ser rescatados de esta situación si se dan las condiciones y sus líneas de negocio comienzan a repuntar.

Pero por el momento, las previsiones de negocio no se han cumplido. "Habíamos previsto que la reactivación se iniciase en el segundo semestre del 2021, pero con la quinta ola los meses de junio y julio han sido muy flojos", añade. Su meta era lograr una facturación de un 35%-40% respecto a 2019. Sin embargo, ahora creen que apenas será posible alcanzar el 30%.

En este sentido, Sarrate marca distancias con la recuperación que se está dando en ciertas zonas de España gracias al turismo doméstico. El 85% de esos viajeros -recuerda- se desplaza en coche, reserva el hotel por su cuenta, alquila una autocaravana o va a una segunda residencia.

Estirar la temporada de verano

Para la recta final del año centran sus esperanzas en dos cuestiones. Por un lado, buscan la fórmula que les permita estirar algo más la temporada de verano. Para ello ya han mantenido conversaciones con organismos y gobiernos autonómicos para hacer campañas que, de aquí a final de año, les permitan hacer más atractivos los viajes a determinados destinos de Andalucía, Valencia, Cataluña, Galicia, Canarias y Baleares.

Por otro lado, confían en obtener buenos datos de actividad en los puentes que quedan por celebrarse hasta que acabe 2021. En cualquier caso, se muestran convencidos de que volverá a haber temporada de esquí, que se comercializa en buena parte a través de sus oficinas.

Algo similar a lo que ocurre con el mercado de los cruceros, que aunque no ha terminado de repuntar, ofrece potencial para las próximas semanas. "Van poco a poco, pero las principales navieras ya han puesto sus barcos en el mercado y hay buenas ofertas. Sin embargo, la ocupación que tienen es todavía baja y la venta todavía lenta", reconoce Garrido.

Aunque el verdadero reproche pasa por el retraso en la entrega de las ayudas prometidas y aprobadas ya por el Gobierno. En este sentid, denuncian que no están llegando como deberían, con muchas diferencias entre Comunidades.

Por su parte, siguen pendientes de la adjudicación de los viajes del Imserso. Tras la desestimación del recurso de las patronales hoteleras, se espera que el organismo otorgue los contratos a los operadores que han presentado ofertas. A partir de ahí, las agencias tendrán otro pequeño asidero al que agarrarse hasta que la tormenta termine de amainar.