En vísperas de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP26 de Glasgow, Pablo Hernández de Cos y Martin Wolf han hecho este martes en Madrid un llamamiento en favor de un compromiso global y real para la transición energética. Durante la octava edición del ciclo de conferencias Energy Prospectives, organizado por Fundación Naturgy y el IESE, el gobernador del Banco de España y el analista económico principal del Financial Times han insistido en la necesidad de políticas públicas coherentes, estables y homogéneas que propicien la creación de mercados seguros y transparentes y favorezcan la inversión y una transición energética ordenada.

Moderados por el profesor del IESE Jordi Canals, Hernández de Cos y Wolf han protagonizado un fructífero encuentro en el que han confluido las perspectivas del regulador público y del sector financiero, este último representado por uno de sus más reputados conocedores. Ambos han coincidido en la importancia de crear un contexto de cooperación global basado en políticas públicas con objetivos claros y reales. Un nuevo entorno de regulación e incentivos que favorezca la inversión privada y facilite la monitorización de los objetivos de la transición energética y el control de sus riesgos financieros.

Costes y oportunidades

En su intervención inicial, Hernández de Cos ha explicado el papel de los bancos centrales en la transición energética. La responsabilidad del regulador es garantizar la estabilidad del sistema financiero, y en ese sentido el cambio climático implica riesgos de dos tipos: los derivados directamente de sus consecuencias (como los desastres naturales) y los relacionados con el coste de la propia transición energética. 

El gobernador del Banco de España ha recordado que las pérdidas económicas derivadas del cambio climático se han duplicado desde los años 90. Se estima que solo en la última década ascendieron a cerca de 2,5 billones de euros. Una pérdida directa de capital a la que hay que sumar el coste que tiene para particulares y empresas la adaptación al nuevo contexto energético. En materia de inversiones, pero también de fiscalidad medioambiental, con un aumento de coste y de precios que repercute directamente en la inflación, tal y como está sucediendo actualmente con el alza de los precios de la energía.

Una política monetaria 'climática'

«Los riesgos cambian radicalmente si la transición se lleva adelante o no», ha constatado Hernández de Cos. Por ello, las instituciones reguladoras están incorporando criterios climáticos a su desempeño y desarrollando modelos específicos para prever, no solo las consecuencias venideras del calentamiento global, sino los diversos escenarios, más o menos ambiciosos, de la transición energética.

El Comité de Basilea, que reúne a más de 60 bancos centrales y organismos monetarios, ha creado un grupo de alto nivel centrado en los riesgos del calentamiento global. Y el Banco Central Europeo ha establecido un centro de cambio climático que coordinará su ambicioso plan de actuación en la materia. «En el BCE nos hemos comprometido a incorporar las consideraciones sobre el clima para cumplir mejor nuestro compromiso de estabilidad de los precios y además contribuir a los objetivos contra el cambio climático», ha señalado Hernández de Cos.

Una revolución energética «total»

Pese a los esfuerzos recientes y sostenidos, las emisiones per cápita y las concentraciones de carbono en la atmósfera siguen creciendo. El actual ritmo de descarbonización no es suficiente. Hay que reducir en un 40 por ciento las emisiones globales de aquí a 203o, y para ello es necesaria «una revolución energética total», ha asegurado Martin Wolf.

Una transición difícil y costosa, pero no imposible. La tecnología está ahí, y los costes de producción de las renovables se han reducido exponencialmente en los últimos años. La clave está en la inversión, que, según Wolf, debe como mínimo duplicarse en el corto plazo. Y para ello debe haber políticas claras y fiables, a través de un compromiso firme de las principales economías que arrastre asimismo a los países emergentes. Los acuerdos globales en materia de comercio pueden servir de pauta para la adquisición de los acuerdos necesarios para salvar ese recurso común y estratégico que es la atmósfera.

Transición justa

En este sentido, Hernández de Cos se ha mostrado optimista. Se ha sumado a Wolf a la hora de señalar que la tecnología está ahí y que ésta solo se puede seguir desarrollando por medio de la inversión necesaria. Una inversión que deberá ser público privada para garantizar el cumplimiento de los objetivos y equilibrar, junto con la fiscalidad, los efectos de la transición energética. «Va a haber ganadores, pero también perdedores, a los que habrá que compensar o ayudar a adaptarse, porque si no lucharán contra el proceso. Esa será la clave del éxito», ha concluido el gobernador del Banco de España.

Energy Prospectives es un ciclo de conversaciones que reúne a figuras reconocidas a nivel nacional e internacional por su experiencia, visión y conocimiento del sector energético y a empresarios, reguladores, directivos y académicos. «A través de estas jornadas, la Fundación Naturgy, con la colaboración del IESE, pretende contribuir a una mejor comprensión del sector energético y de los diferentes desafíos y retos que presentan en el futuro desde diferentes perspectivas», manifestó Rafael Vilaseca, presidente de Fundación Naturgy, en la presentación del acto, que tuvo lugar en el Aula Magna de IESE en Madrid con la presencia del director general del IESE, Franz Heukamp.