Pocas empresas coparon tanta información durante 2021. Iberdrola ha sido una de las grandes protagonistas del Ibex 35 durante el año pasado, en el que sobresalió por el desafío constante al Gobierno, el caso Villarejo o la polémica de los vaciados de embalses en diferentes pueblos de la geografía española. Este miércoles, presenta resultados para dar carpetazo a uno de los ejercicios más convulsos que se recuerdan en los despachos de la sociedad bilbaína encabezada por Sánchez Galán. 

Pese a todo el ruido mediático, los números de Iberdrola apuntan a unos mayores beneficios respecto a 2020, un año marcado tremendamente por la pandemia, según avanzan los analistas. De acuerdo a la información recabada por este periódico, el mercado prevé que la compañía obtenga unas ganancias entre 3.700 millones de euros y 4.064 millones de euros. FactSet (herramienta que recoge las estimaciones de los grandes analistas) vaticina además unos ingresos de hasta 37.158 millones de euros, lo que se traduce en un ascenso de casi el 3% respecto a los de 2020.

Respecto al impacto de sus cuentas en su área de negocio, Iberdrola conseguiría llegar hasta los 11.204 millones de euros, disparándose su Ebitda más de un 12% respecto a 2021 gracias al precio de la luz. 

A pesar de estas buenas cifras, según relatan las fuentes del mercado consultadas por este periódico, recalcan que los inversores estarán “muy pendientes” de los beneficios y del comportamiento en dos regiones de vital importancia como España y Reino Unido. Las dos áreas “han experimentado importantes cambios regulatorios” y pueden afectar repercutir “negativamente en las cuentas del grupo”. Cabe recordar que durante los primeros nueve meses de 2021 las ganancias se vieron impactadas por los altos precios y la fuga de clientes, lo que lastró su Ebitda en un 45%. 

Los analistas de Citi elaboraron un reciente informe sobre Iberdrola de cara a sus resultados y argumentaban que "la combinación de un negocio que genera un fuerte flujo de caja  y una de las mejores plataformas para la transición energética (redes de alta rentabilidad, cartera de desarrollo de renovables diversificado geográfica y diversificado geográfica y tecnológicamente) permite a Iberdrola sostener un sólido y autofinanciado". De hecho, la firma calcula que su beneficio por acción crecerá a un ritmo anualizado del 6,2% hasta 2025.

Un 27% menos en bolsa

Iberdrola, a pesar de que cuenta con el beneplácito de los analistas de Citi, Mirabaud o Goldman Sachs, las acciones de la empresa se han desplomado un 27% desde que alcanzara máximos históricos a inicios de 2021. Gran parte de este desplome se debe a la inestabilidad del sector energético en España, algo que provocó el enfrentamiento con Ignacio Sánchez Galán con Pedro Sánchez. 

A pesar de que presidente del Gobierno y presidente de Iberdrola mantenían una excelente sintonía, las decisiones de eliminar los beneficios caídos del cielo y elevar la presión fiscal a las generadoras de energía minaron poco a poco la relación entre ambos, hasta el punto de cancelar encuentros programados en Estados Unidos, tal y como ya adelantó este periódico. 

Sánchez Galán mantuvo durante este otoño una fuerte oposición a los planes trazados por Pedro Sánchez y la ministra de Transición Ecológica, María Teresa Ribera. «No puede ser que a la primera tormenta que pueda haber cada país vaya por su camino porque pone en riesgo al resto», aseguró durante un foro empresarial en La Toja. “Lo que no puede ser es que el Gobierno tenga a la oposición dentro del propio Gobierno; con extremistas dentro del Ejecutivo no se puede gobernar. Claro que este ambiente de confrontación actual no es bueno para España y la recuperación, pero yo le atribuyo la mayor responsabilidad al que tiene el poder real para actuar”, zanjaba el máximo dirigente de Iberdrola.

La compañía también tuvo que defenderse del Gobierno ante las acusaciones de haber vaciado varios pantanos durante el verano para generar electricidad hidráulica, coincidiendo con los picos históricos del precio de la luz. Iberdrola justificó en su momento que los vaciados respondían a un intento de abaratar la energía, dando entrada al mix a tecnologías más baratas, en este caso, a través de sus hidroeléctricas.

Caso Villarejo

Los líos judiciales también marcaron han marcado notablemente a Iberdrola, que está pendiente de la resolución de la implicación de Sánchez Galán en el espionaje a Florentino Pérez o Manuel Pizarro por el comisario Villarejo. Hace poco más de un mes, el presidente de la compañía tuvo que sentarse en el banquillo, negando cualquier tipo de relación con estas supuestas escuchas. 

El juez imputó a Sánchez Galán y los tres ex directivos en junio al sospechar que pudieron participar desde sus respectivos puestos en la contratación de Cenyt cuando Villarejo aún era miembro en activo del Cuerpo Nacional de Policía, que se manipularon las facturas generadas por esos servicios y que se tuvo acceso a datos reservados de las personas investigadas.

La inestabilidad judicial que atraviesa Sánchez Galán provocó que ciertos inversores internacionales, ligados con la inversión social corporativa, dudaran de la figura del presidente de la compañía. “La involucración de los directivos de Iberdrola en el caso Villarejo podría afectar a la presencia de Iberdrola en las carteras ESG (que invierten por razones ambientales, sociales y de gobernanza)", explicaban desde Bankinter cuando se conoció la imputación de Galán. 

Aquellas horas fueron delicadas para la figura del empresario ya que el código ético de varios accionistas no permiten las inversiones en empresas en las que se investiguen este tipo de casos. Del código ético de la propia Iberdrola se extrae que sus empelados deberán “evitar cualquier actuación o decisión que pueda vulnerar la ley o el sistema de gobernanza y sostenibilidad en sus actividades empresariales, profesionales o particulares”, algo que sirvió para presionar al propio Galán, si bien el presidente sigue al frente de la eléctrica.