El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que impulsará un 'Plan Nacional' de respuesta al impacto económico de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que incluye un "gran acuerdo" de rentas con los agentes sociales, que tendrá como objetivo evitar caer en una espiral inflacionaria que "mine el poder de compra de las familias y ponga en riesgo la recuperación económica".

Así lo ha trasladado durante su comparecencia a petición propia ante el Congreso de los Diputados para informar sobre la situación tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Frente a las "inéditas" sanciones económicas a Rusia, Sánchez ha pedido a los grupos parlamentarios, a los agentes sociales y a las administraciones de todo el territorio un "pacto de unidad" en la respuesta de la invasión, con el objetivo de mitigar el impacto de este conflicto.

Para la primera de las actuaciones incluidas en este 'Plan Nacional' el presidente ha "invitado" a los agentes sociales a lograr un "gran acuerdo de rentas" que proporcione "estabilidad y confianza", tanto desde la perspectiva de los costes salariales, como desde la moderación de los márgenes y beneficios de las empresas, con el objetivo de evitar caer en una espiral inflacionaria que "mine el poder de compra de las familias y ponga en riesgo la recuperación económica".

"Todos somos conscientes de que uno de los mayores riesgos de la guerra es el aumento del precio de la energía y la traslación al coste de la vida", ha remarcado el presidente.

"Ralentización del crecimiento"

En el materia de empleo, el presidente también ha anunciado, en previsión de que se produzca situaciones temporales de desabastecimiento, de aumento de coste o de reducciones de demanda en sectores concretos, que el Gobierno va a acelerar la aprobación y puesta en marcha del mecanismo RED de flexibilidad y estabilización en el empleo.

Según ha explicado Sánchez ante la Cámara Baja, este instrumento incluido en la reforma laboral recientemente aprobada y acordada con los agentes sociales permitirá a las empresas sometidas a crisis temporales o estructurales adoptar medidas de reducción de jornada o suspensión temporal de contratos de trabajo, vinculados a la recualificación y transición profesional.

Durante su intervención, en la que ha asumido una "ralentización del crecimiento" en España y en la Unión Europea tras las sanciones a Rusia y las consecuencias de la guerra en Ucrania, Sánchez ha señalado que el impacto "más importante y previsible" será en el plano energético, ante la dependencia europea, y española en menor medida, del petróleo y gas ruso.

Así, ha explicado que en España este impacto será "más limitado", al suponer las importaciones desde Rusia únicamente un 4,6% del petróleo y un 8% del gas. En todo caso, ha afirmado que "la seguridad de suministro está garantizada" y ha ofrecido la capacidad de regasificación de España para compensar los efectos de la caída de suministro energético desde Rusia.

"Vamos a seguir desempeñando un papel proactivo para poner al servicio de Europa, entre otras cuestiones, nuestra capacidad de regasificación", ha dicho Sánchez, asegurando que "también es urgente avanzar en las interconexiones eléctricas".

Nuevas medidas de la UE

Señalando que "es muy previsible que los precios se mantengan altos y volátiles", impactando en la inflación y el poder de compra de los ciudadanos, ha defendido "reducir" las "dependencias" de la UE y "aprovechar estos debates para resolver de una vez por todas el problema de la subida de precios de la energía y el mercado energético en su conjunto".

En este sentido, ha esperado "cuanto antes" la "segunda comunicación" de la Comisión Europea en materia energética, en la que espera propuestas planteadas por España, como "desacoplar de forma temporal los precios del gas" con el fin de evitar que su "subida extrema" pueda marcar el precio en el mercado de electricidad.

Otras medidas que el Gobierno espera, ha dicho, es el fomento de la contratación a largo plazo para estabilizar los precios, combatir los "problemas de especulación clara" de los derechos de subasta de CO2 y otras medidas ya aceptadas como las compras conjuntas de gas y la creación de reservas estratégicas.