La Unión Europea y EEUU han interpuesto una serie de sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania. Alguna de ellas afecta a los oligarcas rusos, que son cercanos al Kremlin y al presidente Vladimir Putin, ya que son amigos personales e incluso financiadores del gobierno. La organización sin ánimo de lucro el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) ha creado el ‘Russian Asset Tracker’, una base de datos para rastrear los activos de los oligarcas con vínculos con Putin.

Según OCCRP, este lanzamiento es “la base de datos pública más completa sobre los activos de los oligarcas hasta la fecha". En su creación ha colaborado con 27 medios de comunicación para lanzar el rastreador. Por el momento, ‘Russian Asset Tracker’ ha descubierto más de 17.500 millones de dólares (15.800 millones de euros) en activos y en efectivo.

Los creadores de la base de datos aseguran que los oligarcas han aprendido aprendido a “mantener oculta su riqueza, contratando un ejército de abogados para ocultarla en cuentas bancarias secretas y estructuras corporativas que llegan lejos en el extranjero”. Y añaden que averiguar quién posee qué y cuánto es una tarea difícil incluso para los investigadores policiales experimentados.

“Es por eso que decidimos seguir el rastro, rastreando la mayor cantidad posible de estos activos y recopilándolos en una base de datos para que el público los vea y los use”, explican en la web. Así, el proyecto se puso en marcha con "una lista de 35 individuos nombrados el año pasado por el líder de la oposición encarcelado Alexei Navalny como 'facilitadores y beneficiarios clave de la cleptocracia del Kremlin'". The Guardian, que forma parte del proyecto, apuntó que la idea fue concebida en febrero, justo antes de la invasión rusa de Ucrania.

Apenas tres semanas después de la invasión, "27 de esas personas son objeto de sanciones en Estados Unidos y Europa. Otros siete han sido incluidos en la lista negra de Canadá", escribió The Guardian.

Una de las personas que figuran en esa lista de 35 es Roman Abramovich, un hombre de 55 años con una fortuna estimada en 13.500 millones de dólares. Aunque ha negado tener vínculos con Putin, Abramovich anunció recientemente que venderá el club de fútbol Chelsea, que adquirió en 2003. La base de datos del OCCRP muestra que tiene activos por valor de al menos 7.000 millones de dólares, entre los que se incluyen una finca junto al mar en la elegante Riviera francesa, un jet privado Bombardier y varias propiedades repartidas por Londres.

Otros incluidos en la base de datos son el empresario Alisher Usmanov, Igor Sechin (CEO del gigante petrolero ruso Rosneft) y Oleg Deripaska, un multimillonario que hizo su fortuna en el negocio del aluminio.