WhiteBit es una empresa ucraniana de criptomonedas que presume de ser la mayor de Europa, ya que cuenta con 2,5 millones de clientes y con un volumen de transacciones que superan los 800 millones de euros al día. Está representada en 7 países y próximamente se instalará en Valencia, donde ya hay 200 empleados. La compañía ucraniana se instala en España porque, en palabras de su ceo Volodymyr Nosov, los españoles se parecen mucho a los ucranianos. De hecho el porcentaje de ciudadanos de ambos países que tienen criptomonedas es el mismo: un 12%.

Pero Nosov espera que cuando acabe todo el proceso de integración legislativa y técnica sobre cómo tiene que funcionar el mercado de criptomonedas y blockchain, el 50% de los españoles utilizarán critpoactivos. “Nuestro objetivo es crear los puntos de conexión entre aquel mundo que va a existir y el que ya existe”, explica el ceo de WhiteBit.

Y es que Volodymyr Nosov tiene muy claro que dentro de no mucho, los ciudadanos pagarán de forma más habitual los productos y servicios con criptomonedas. “Hace dos años, los usuarios no llegaban al 1-2% y ahora estamos en el 12%… así que lo veremos pronto”, apunta y lamenta que los bancos y entidades financieras hayan ido tarde con lo del blockchain y los criptoactivos.

WhiteBit es una de las pocas empresas que tienen licencia para actuar. El ceo asegura que tiene el mayor equipo en Europa, que es el doble que cualquier equipo de criptomonedas de EEUU. Además, resalta que, esta empresa creada en 2017, está entre las tres primeras del mundo en medidas de seguridad. “No tenemos ninguna situación de entrada no autorizada”, asegura.

Nosov explica que entiende las reticencias de los reguladores porque “hay riesgos con las nuevas tecnologías que crean oportunidades para los estafadores”, pero afirma que ellos trabajan con este enfoque siempre en la cabeza, “no para presionar a un ciudadano común, sino para evitar que entren los estafadores” e insiste en que son una de las tres compañías más seguras del mundo.

WhiteBit y la guerra

La guerra en Ucrania ha desatado un interés todavía mayor por las criptomonedas. Una muestra de ello es la enorme volatilidad que se está viviendo en el mercado de los criptoactivos desde que comenzó la invasión en febrero. Desde que comenzó el conflicto, WhiteBit ha entregado 1,5 millones de dólares para ayuda humanitaria y ha creado un fondo que ya tiene 2 millones de dólares que repartirán.

Más de 60 empleados de la compañía siguen en Ucrania para mantener los contactos con los voluntarios, unos 3.000 en el este de Ucrania y ya han ayudado a más de 250.000 personas en Ucrania. “La compañía también ha protegido a todos sus empleados sin despedir a ninguno y sin reducir el salario y ha cubierto todos los gastos a otros países y de alojamiento”, asegura.

Sobre el papel que juegan las criptomonedas en la guerra, Nosov destaca dos. El primero de ellos es el de protección de las familias ucranianas debido a las fluctuaciones del precio de la moneda y de la pérdida de poder adquisitivo. La segunda oportunidad que tienen es facilitar el pago de los ucranianos, porque no se sabe si se va a poder obtener dinero en efecto.

No obstante, reconoce que las criptomonedas también están siendo utilizadas por la parte atacante, Rusia. WhiteBit ha bloqueado todas las transacciones con rublos, pero el ceo es consciente de que no todas las compañías lo están haciendo. “Hay lamentablemente compañías que intentan obtener beneficios en ambos lados, utilizando todas las oportunidades pero no es correcto”, comenta Volodymyr Nosov. El ceo asegura que no hay ningún riesgo en su implicación en la invasión de Ucrania.