Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, considera que es "prudente" empezar con un incremento "asumible y no demasiado elevado" de los tipos ya que la zona euro viene de 11 años sin cambio en los tipos. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión del BCE, Lagarde ha insistido en que la subida de tipos anunciada para julio y septiembre no es un movimiento aislado sino que es "un viaje" que comenzó en diciembre.

Asimismo, la presidenta ha señalado que es el primer paso en una senda "gradual y sostenida" de incrementos más allá de septiembre para reducir la tasa de inflación que es "indeseablemente elevada". En la reunión de este jueves, el Consejo de Gobierno ha anunciado una subida de tipos del 0,25% en julio y más subidas en septiembre, sin cuantificar la cantidad.

Sobre esa subida, Lagarde ha explica que será apropiada una senda gradual, pero sostenida de aumentos adicionales en los tipos de interés y ha insistido en que el ritmo de su política monetaria dependerá de cómo evolucione la inflación a medio plazo.

"Hemos identificado una senda, no un movimiento particular, sino una serie de movimientos en los próximos meses", ha explicado Lagarde, y ha añadido que esta decisión "no es un paso, sino un viaje que empezó el pasado diciembre" y que ha ido colocando a la entidad en posición de dejar atrás sus medidas no convencionales.

No obstante, la francesa no ha descartado que la subida de septiembre sea mayor que los 25 puntos básicos del mes de julio, aunque ha matizado que todo dependerá de las perspectivas de inflación a medio plazo. "La flexibilidad seguirá siendo un elemento de la política monetaria", ha apuntado.

Durante la rueda de prensa, Lagarde ha vuelto a mencionar la guerra en Ucrania y su impacto en la confianza, en la inflación y en el crecimiento. La presidenta también ha hecho referencia a que la situación de la pandemia en China ha empeorado los 'cuellos de botella', aunque ha advertido de que las subidas salariales han comenzado a cobrar impulso en la eurozona.

Fragmentación en Europa

Christine Lagarde ha sido preguntada en más de una ocasión sobre el riesgo de fragmentación que podría llevar la subida de tipos en Europa. La presidenta ha explicado que el organismo tiene herramientas y experiencia para dotarse de nuevos instrumentos para combatir la fragmentación de los costes de financiación en la zona euro que impidiese la correcta transmisión de la política monetaria.

"Debemos contar con la correcta posición monetaria pero también tenemos que asegurarnos de que se transmite a toda la zona euro y para eso tenemos que asegurarnos que no hay fragmentación", ha señalado Lagarde.

A este respecto, la presidenta del BCE ha recordado que la institución dispone de instrumentos como la capacidad de reinversión de la deuda adquirida bajo el programa antipandemia (PEPP), que será reinvertida con total flexibilidad de tiempo y jurisdicciones.

"Como ya hemos demostrado, desplegaremos otros instrumentos existentes o aquellos necesarios para evitar que la fragmentación impida la adecuada transmisión de la política monetaria", ha añadido.

Sobre esta cuestión, Lagarde no ha querido entrar en detalles, señalando que no hay un nivel específico de las primas de riesgo o de los rendimientos de la deuda que pudiera desencadenar la intervención del banco central. "No toleraremos una fragmentación que impida la transmisión de la política monetaria", ha concluido.