“La medida del tope del gas ha supuesto una rebaja en el precio del megavatio del 23%”. Estas eran las palabras que salían desde Moncloa una vez que a las 13:00 horas el mix eléctrico español indicaba que el coste medio del megavatio a la hora era de 165 euros. Omie, el operador eléctrico en España y Portugal, cifraba esta cantidad después de que se impusiera un límite en el precio del gas para generar esta fuente de energía, por lo que, en un principio, no había nada que objetar.

Pero, esta afirmación es parecido a hacerse trampas en el solitario. Es decir, es una verdad a medias. La principal razón es que el operador no contempla a la hora de casar los precios el sobrecoste que se genera al tener que compensar a los ciclos combinados. Porque a pesar de que esta tecnología solo pueda poner un límite de 48 euros durante los próximos meses, el coste real del gas es otro diferente. La materia prima se adquiere a precio de mercado y la ley dicta que será la demanda la que tenga que abonar la diferencia entre el tope y el precio real del gas.

En este sentido, Omie también calcula este sobrecoste horas más tarde de casar la oferta y la demanda cada tarde. El operador ha señalado que este recargo es de 59 euros de media y puede llegar a alcanzar los 78 euros. Por tanto, a los 165 euros por megavatio que fija el mercado con el tope del gas, hay que sumarle los 59 euros de la compensación, lo que hace un total de 224 €/MWh, un 5% más que el precio fijado para este martes.

Ola de calor

¿Y por qué se ha vuelto a disparar el precio por generar gas? La explicación, de acuerdo a las diferentes fuentes energéticas consultadas, se debe al contexto actual. Al alza de precios en el mercado de esta materia prima marcado por la guerra de Ucrania, hay que sumarle la escasez de viento, y por consiguiente, la falta de generación eólica. Además, se espera una menor aportación de la energía hidráulica y fotovoltaica. También subrayan que se ha producido un pico en la demanda, provocado por las altas temperaturas.

En este sentido, fuentes del Ministerio de Transición Ecológica argumentan que la “ola de calor ha elevado la demanda casi 80 GWh, hay poca producción eólica (ha caído a 78 GWh) y las plantas de gas alcanzarán mañana su máxima producción en el último año, 373 GWh. Como resultado de estas circunstancias excepcionales, el coste del ajuste ha ascendido a 59 €/MWh, lo que eleva el precio total a 225 €/MWh, aún por debajo del que habría sin el mecanismo, del orden de 240 €/MWh”.

Las diversas fuentes energéticas consultadas remarcan que “habrá que esperar” unas semanas para poder determinar si la idea de la excepción energética ha surtido efecto para reducir el precio de la electricidad. “De momento no podemos transmitir optimismo”, recalcan desde una de las principales empresas del sector.

Cabe recordar que el Gobierno ya tuvo que recular en cuanto al posible ahorro que tendrían los consumidores españoles a final de mes. En un primer momento, se aseguró que el recibo tendría un descuento de hasta el 40%, si bien el mismo día que Bruselas daba el visto bueno definitivo lo recortó al 20% ya que en la estimación anterior no estaban contemplados los clientes de tarifa libre que también se beneficiarán del tope del gas, una vez que renueven sus nuevos contratos.

El Gobierno se defiende

Con todo el revuelo, el Ministerio de Transición Ecológica ha indicado que el primer día de aplicación del mecanismo ibérico, el precio medio de casación del mercado mayorista de la electricidad se ha reducido un 23%, desde los 214 €/MWh del martes 14 de junio a los 165 €/MWh del miércoles 15 de junio. A su vez remarca que “en un contexto de precios eléctricos al alza en la UE: en Francia se han registrado 233 €/MWh, en Alemania 212 €/MWh y en Italia 250 €/MWh”.

Además, subrayan que en ausencia del mecanismo, cuya correcta aplicación está supervisando la CNMC, los precios de la electricidad en España habrían subido hasta el entorno de los 240 €/MWh, “lo que pone de manifiesto su eficacia para reducir el precio de la electricidad, limitar los beneficios extraordinarios de las empresas eléctricas y funcionar como un 'cortafuegos' ante los elevados precios del gas”.