Banco Santander lanzó en abril de 2021 una campaña de 1.000 hipotecas para jóvenes menores de 36 años. Con esta campaña, la entidad financiaba el 95% de la hipoteca frente a una financiación media en el mercado del 80%. El objetivo era que el desembolso inicial de esos jóvenes fuera menor. En ocho meses consiguieron completar la campaña. Tuvo tanto éxito que Santander volvió a reeditarla. En febrero de 2022, la entidad presidida por Ana Botín anunció que destinaba 1.000 millones en hipotecas para que 5.000 jóvenes accedan a su primera vivienda.

Desde el comienzo de la nueva campaña, se han firmado casi 900 nuevas hipotecas y 350 solicitudes se están estudiando. Así que en seis meses, Banco Santander ha cubierto casi una quinta parte de su objetivo de 5.000 jóvenes. Fuentes de la entidad aseguran que la campaña está yendo “muy bien” y no se ponen fecha tope, es decir, que continúan con el programa hasta que se acaben los 1.000 millones de euros.

Con este tipo de campañas, las entidad quiere atraer a nuevas generaciones al banco y ajustarse así “al ciclo vital de los distintos colectivos”. Tal y como señalaron en la presentación de esta nueva financiación, Banco Santander “es consciente de que el ahorro inicial necesario para comprar una vivienda con una hipoteca convencional aleja muchas veces a los jóvenes del mercado inmobiliario y es una de las causas principales del retraso en su emancipación”.

Para acceder a estas hipotecas, el contratante debe tener una antigüedad laboral de al menos un año y unos ingresos netos mínimos (al menos uno de los titulares) de entre 1.600 y 2.200 euros mensuales, en función de la geografía de residencia. Además, tienen que aportar un aval personal que estará en vigor durante los primeros cinco años de vida del préstamo. El plazo máximo de concesión es de 30 años y la tasa de esfuerzo (porcentaje de los ingresos mensuales que se destina al pago de la hipoteca) no debe superar el 30%. La hipoteca se puede contratar a tipo fijo o variable.

Datos de hipotecas de Banco Santander

Los datos del primer trimestre de Banco Santander mostraron que la entidad había duplicado en España la producción de hipotecas en comparación con el año anterior. De hecho, el crecimiento del crédito hipotecario y de consumo fue uno de los impulsos que llevó a Banco Santander a un beneficio en España de 365 millones de euros en el primer trimestre, un 21% más que en el mismo periodo del año anterior.

En la presentación de los datos, la entidad destacó que el repunte de actividad en nuevo crédito hipotecario y de consumo fue especialmente significativo y superó niveles previos a la pandemia, lo que permite mejorar la cuota de mercado del banco en ambos productos.

José Antonio Álvarez, consejero delegado de la entidad, tachó de “exagerado” la posibilidad de una burbuja inmobiliaria o hipotecaria. Álvarez asegura que lo que se está trasladando a los precios de la vivienda son los costes de producción. “Este es el elemento que hay que seguir, no el mercado hipotecario, el inmobiliario”, apunta.