Volantazo en la política energética de Europa. Bruselas ha cambiado de opinión y descarta casi con toda seguridad aplicar la excepción ibérica a toda Europa debido al desacuerdo entre países.

Con todo, según avanza El País, la Comisión Europea impondrá una  limitación de lo que cobran las compañías de las tecnologías “inframarginales” como las renovables que contribuyen al precio final del kw/h.

"Un tope en el precio de la electricidad ganada por los generadores ‘inframarginales’ (como las renovables, incluidos algunos tipos de hidroenergía, o la nuclear) para garantizar que no logran ingresos significativos excesivos respecto a su coste", indica el documento al que ha tenido acceso el periódico.

Este nuevo cambio ha provocado que Francia haya salido en tromba para poner pegas al proyecto MidCat, una vez que dijo que estudiaría el proyecto para transportar el gas de España al centro de Europa.

"Aumentar la capacidad de interconexión entre España y Alemania a través de Francia exigiría un refuerzo sustancial de la red francesa que llevaría años y costaría varios miles de millones de euros. Por tanto, no es una respuesta a la actual crisis energética", explican fuentes del Gobierno francés.

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