La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que se espera para enero será la quinta bajo la presidencia de Pedro Sánchez. Desde que llegó al Gobierno, ha subido el SMI en 2019 de los 735 euros mensuales hasta los 900; en 2020, hasta los 950; en 2021, hasta los 965, y en 2022 hasta los 1.000 euros al mes en 14 pagas.

En todas y cada una de estas ocasiones, el salario mínimo ha pasado a englobar a más trabajadores, y así, mientras que la subida de 2021 se calculaba que beneficiaría a un millón y medio de personas, esta alcanzará a más de dos, según cálculos de Comisiones Obreras (CCOO). Si se echa la vista algo más atrás, el cambio es más significativo, puesto que el Gobierno calculaba que en 2018 solo 500.000 personas cobraban el salario mínimo.

Son datos que varían según la fuente, puesto que son aproximaciones: no existen datos oficiales de salarios, nunca se ha realizado ese -posible- cruce de cifras entre Seguridad Social y Hacienda. Se utilizan encuestas, con menos fiabilidad, y algunos organismos dan sus propias estimaciones. Por ejemplo, en 2018 la organización de empresarios CEOE calculaba que el salario mínimo afectaba a un número muy bajo de personas, que no superaba las 150.000.

Con todo, el sueldo más bajo que puede cobrar un trabajador en España habría cuadruplicado las personas a las que engloba en solo cinco años. Con la subida del pasado febrero hasta los 1.000 euros, CCOO calculaba que llegaría a las 1,81 millones de personas. En esta ocasión, estima que ya afectará a 2,27 millones de personas, siempre y cuando llegue hasta los 1.082 euros al mes, un incremento que en el sindicato dan por hecho.

El Gobierno abrió esta semana la mesa para negociar cuánto debería subir el SMI en enero. Los sindicatos han pedido que el incremento sea, como mínimo, acorde con el crecimiento de los precios, hasta esos 1.080 euros mensuales -la inflación media de este año va a ser de un 8,5% aproximadamente-, aunque insisten en que debería llegar a los 1.100 euros.

En cambio, los empresarios han planteado un aumento hasta los 1.040 euros al mes con condiciones: descuentos en las cotizaciones que pagan las empresas agrícolas y repercutir el aumento en las contratas públicas. Son dos peticiones que suelen realizar y que fuentes de Trabajo han descartado completamente, argumentando que no tiene ningún sentido subvencionar el alza del salario mínimo a las empresas, así como que no comparten que las del sector agrícola estén en una posición tan débil como para no poder asumir esa leve subida.

Tanto si el Gobierno termina subiendo el salario mínimo en 80 euros al mes o en 46 -lo mínimo que el comité de expertos ha considerado recomendable para que se sitúe en el 60% del salario medio, objetivo al que el Gobierno quiere llegar ya-, en total el SMI habrá subido al menos un 40% desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. Más que ningún otro presidente en la historia reciente del país, y solo por detrás del también socialista Felipe González, que en sus 14 años como líder lo aumentó de las 28.440 pesetas hasta las 64.920 pesetas (de 170 a 390 euros de hoy), un incremento del 129%.

Mujer, joven e inmigrante que trabaja en agricultura o servicios

Según el análisis de CCOO sobre la subida del SMI a 1.082 euros mensuales, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes serán los más beneficiados por el incremento, sobre todo los que trabajen en agricultura y servicios. El trabajo, basado en datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística -la última, con datos de 2021-, concluye que el aumento ayudará a reducir la diferencia salarial que hay entre géneros, es decir, la diferencia entre lo que cobran de media por hora las mujeres y los hombres.

De las 2.272.000 personas asalariadas a las que beneficiará, calcula que 1.926.000 trabajan a tiempo completo y 348.000 a tiempo parcial. Los jóvenes se verán más beneficiados que los mayores, puesto que el 32% de los trabajadores con entre 16 y 24 años cobran el salario mínimo, al igual que el 19% de los que tienen entre 25 y 34. Por sectores, el 47% de los agricultores que trabajan a jornada completa lo perciben, así como el 15% de los que se emplean en el sector servicios.

Por último, desde el sindicato recuerdan que el impacto de subir el SMI en el empleo es pequeño. Como ya publicó este medio, uno de los informes que encargó el Ministerio de Trabajo a una entidad independiente -Iseak-, calculó que el aumento de 2019, el mayor de los últimos años -de 735 a 900 euros- provocó que se perdieran unos 27.000 puestos de trabajo, lo que supone una pérdida pequeña y sobre todo muy por debajo de los 100.000 a los que apuntaba el Banco de España.