La factura esta vez no tendrá descuento ni ajuste a la baja por ‘deudas atrasadas’. El Gobierno vasco cerró ayer, junto a las diputaciones forales, la liquidación del Cupo que Euskadi abona anualmente al Estado en concepto de financiación de las competencias que ejerce el Ejecutivo central en el País Vasco y que no están transferidas. El importe definitivo correspondiente al año pasado se ha encarecido en 209 millones.

El cierre del ejercicio pasado se ha saldado con el pago de un Cupo por 932,3 millones de euros, una cifra que se acerca al desembolsado en 2020 y que queda lejos de los 724 millones de euros a los que cayó la partida en 2021. En ese año se produjo el ajuste en la financiación de las partidas de dependencia y políticas activas de empleo que sumaron 277 millones de euros que se descontaron el Cupo a pagar.

Un desembolso que sin embargo las autoridades vascas podrán hacer con mayor holgura que nunca tras registrar un año de recaudación récord. Las haciendas de Bizkaia, Alava y Gipuzkoa recaudaron 17.130 millones de euros, lo que supone un 7,3% de aumento. De este modo, los tres niveles institucionales contarán para este año con 1.167 millones más a repartir entre el Ejecutivo y las diputaciones y ayuntamientos, a razón del 70% y el 30% respectivamente.  

Menor incremento que el Estado

Pese a tratarse de un aumento considerable, el incremento es significativamente menor al que se ha registrado en la Hacienda de régimen común, donde el repunte ha alcanzado el 15,1%. Las autoridades vascas han justificado esta diferencia en dos hechos significativos: el peso industrial de la Industria en la economía vasca, afectada por la crisis energética, frente al repunte del sector turístico, con gran peso en la economía nacional. A ello suman que las Haciendas vascas han tenido que hacer frente a una liquidación cuantiosa de 420 millones en una disputa con la Hacienda estatal y a la que se ha sumado la devolución en concepto de IVA de otro importe importante a una empresa vasca.  

Durante el Consejo Vasco de Finanzas en el que se liquidó el pasado ejercicio, el Gobierno vasco aseguró que por el momento no tiene cerrado cuál será el destino de los alrededor de 400 millones de euros que estima recibir en dos años por el gravamen extraordinario aplicado a la banca y a las empresas energéticas. El Ejecutivo reconoció que se está a la espera de que el Gobierno central establezca con mayor detalle qué fines se deberán priorizar. La primera parte de esos recursos se prevé recibirla a partir del mes de mayo.

El comportamiento del IRPF y el Impuesto de Sociedades son las causas principales detrás el incremento récord de la recaudación en 2022. En el caso de las rentas, la tasa de mejora fue del 6,3% y del 17,0% en el impuesto sobre las empresas. Por su parte, en la imposición indirecta, la recaudación total de IVA en cambio registró un descenso del 10,6% respecto a 2021.

Impuestos especiales

En lo referente a los impuestos especiales, que gravan determinados consumos específicos, la recaudación global por gestión propia se redujo levemente en un 1,7% debido, por un lado, a la caída en la recaudación por el impuesto especial sobre la electricidad (-69,6%) causada, a su vez, por la reducción del tipo impositivo desde el 5,1% al 0,5%. También se vio afectado por la reducción en los ingresos por el impuesto especial sobre hidrocarburos (-3,1%).

La hacienda alavesa recaudó el año pasado por tributos concertados 2.729,2 millones de euros en 2022, un 9,7% más que en 2021. La principal hacienda vasca, la vizcaína recaudó 8.803,5 millones de euros, con un aumento interanual del 8,2% respecto al año anterior. Finalmente,  Gipuzkoa recaudó 5.598,1 millones de euros, un 4,8% más que el ejercicio anterior.