El Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de mayo y los situó en su nivel más alto de los últimos quince años, en el 3,75%. La última vez que el precio del dinero estuvo en ese nivel fue en octubre de 2008, justo cuando estalló la crisis. En ese mes, la remuneración media de los depósitos a plazo estaba en el 5,04% (nivel máximo desde que hay registros en el Banco de España). Los últimos datos disponibles del mes de marzo sitúan la remuneración media en el 1,31%. Los bancos españoles pagaban un 74% más por el ahorro. 

Sin embargo, la situación es diferente. En estos tres lustros, la eurozona hizo frente a una crisis financiera sin precedentes que fue más pronunciada en España y la política monetaria se volvió expansiva hasta tal nivel que los tipos se redujeron al 0%. De hecho, los tipos estuvieron once años sin subir, pero desde julio de 2022 ha habido un aumento en cada reunión (siete en total) y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya adelantó que seguirían con las subidas. 

El mercado pensaba que la de mayo sería la última subida del ciclo debido a las tensiones bancarias que ha habido en los últimos meses (con el colapso de bancos regionales estadounidenses y Credit Suisse), pero Lagarde dejó claro que el objetivo es devolver la inflación al 2%. En el momento de la remuneración récord del 5,04%, los bancos comenzaron a caer y la falta de liquidez y la fuga de depósitos fueron los detonantes de la crisis bancaria. 

A partir de ese momento, la remuneración media comenzó a caer. En noviembre de 2008, ya se situaba en el 4,59% y ha continuado con la caída hasta rozar casi una remuneración del 0%. Desde que volvió el ciclo de subidas de tipos, los bancos han comenzado a remunerar, lentamente, los depósitos. El 1,31% de marzo es el máximo desde 2014, pero todavía está muy lejos del 5% de hace quince años. Los grandes bancos españoles descartan que se vayan a remunerar a corto plazo y menos aún, que vaya a haber una guerra del pasivo. 

Por el momento, no necesitan liquidez. La ratio de cobertura de liquidez  (LCR) media de las entidades significativas españolas era del 175% en febrero y la mediana era del 195%, mientras que para las menos significativas, la LCR media era de más del 300% y una mediana de más del 400%, según los datos del Banco de España. Pero la remuneración media debería comenzar a mejorar a partir del segundo semestre, ya que la liquidez de los bancos bajará (por las devoluciones del programa TLTRO III al Banco Central Europeo) y porque no les convendrá perder clientes.

Estos datos muestran que no necesitan captar el dinero de los clientes para tener liquidez, por ello, alejan la posibilidad de que haya remuneración de depósitos. Los dirigentes de los bancos más grandes del país apuntan que hay mejores productos que dan mejor rentabilidad para los clientes como fondos de inversión.

Claramente, en este entorno macro, lo que genera oportunidades es invertir en productos a largo plazo y no en depósitos

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank

De hecho, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, apuntó que «claramente, en este entorno macro, lo que genera oportunidades es invertir en productos a largo plazo y no en depósitos». Pero el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, fue el más tajante en descartar la remuneración de depósitos y aseguró que hay mucha liquidez en el sector. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, explicó que tienen otros productos que sí que remuneran. Además, ha matizado que según la vinculación del cliente ofrecen productos con remuneración. “No remuneramos de forma generalizada a todos los clientes, pero sí que lo hacemos puntualmente según la vinculación”, señaló. No obstante, matizó que esta estrategia les va bien, pero que no significa que “en un momento dado” la cambien.

Por su parte, el consejero delegado de Banco Santander, Héctor Grisi, explicó que reaccionarán al paso que marque la competencia y ofrecerán una respuesta adecuada a los depósitos según se vaya situando el mercado. Su homólogo en Banco Sabadell, César González-Bueno, también descartó una guerra del pasivo, pero admitió  una “adaptación progresiva”, en este contexto, del precio del pasivo, pero limitada a “las grandes empresas, entidades públicas y grandes patrimonios”.

La banca pequeña y online sí que remunera

A pesar de que la gran banca no remunera, sí que hay opciones para aquellos clientes quieren sacarle algo de rentabilidad a sus ahorros. La última entidad en unirse a esta batalla del pasivo ha sido el banco portugués Banco de Inversión Global (BiG) que opera en el país y que ha lanzado dos depósitos para nuevos clientes al 4% TAE a seis meses y al 3,5% TAE a tres meses, ofreciendo de este modo una de las mayores rentabilidades. El primero podrá ser contratado tras aportar un mínimo de 10.000 euros y un máximo de 75.000 euros y el segundo hasta un máximo de 50.000 euros.

Entre la oferta en España, hay más posibilidades como el Depósito Avantio de Banca March tiene una remuneración del 2,30% TAE a un año, en este caso hay una inversión mínima de 10.000 euros para conseguir esa rentabilidad y una máxima de 500.000 euros. Targobank, por su parte, ofrece un interés de entre el 2,30% y el 2,50% para un plazo de uno a dos años, a partir de 10.000 euros. Y Pibank llega a pagar un 2,52% TAE a doce meses, sin importe máximo ni mínimo. Otra entidad cuyos depósitos sobresalen es EBN. Este banco comercializa hasta siete depósitos con un plazo de entre cuatro meses y tres años y una rentabilidad que va desde el 1,80% TAE para el plazo más breve hasta el 3,15% TAE para el más largo, que son 36 meses. La cantidad mínima para recibir esta rentabilidad es de 10.000 euros y la máxima de 400.000 euros.

Pero no hace falta firmar a tan largo plazo para conseguir esa rentabilidad. Una de las propuestas más atractivas del momento es el depósito a 18 meses de WiZink al 3% TAE a partir de 5.000 euros. Openbank, por su parte, ofrece un depósito a 12 meses a partir de un euro con un TAE de 2,75%, si domicilia la nómina, y del 1,75% sin domiciliar.