La Inteligencia Artificial ya está aquí. Su evolución ha sido muy rápida y las empresas ya están empezando a investigar para saber cómo utilizarla, pero ya hay muchas que la están incorporando a su día a día. En el sector bancario, el uso de IA supondría un aumento de los ingresos anuales en el sector a nivel mundial del 4,7%, lo que supondría una mejora desde el 2,8% previsto. En cifras absolutas, esta mejora podría añadir entre 200.000 y 340.000 millones de dólares. Además de este impacto, el uso de herramientas de IA generativa también podría aumentar la satisfacción del cliente, mejorar la toma de decisiones y la experiencia de los empleados, y reducir riesgos mediante una mejor supervisión del fraude y el riesgo.

Según el informe The economic potential of generative AI (El potencial económico de la IA generativa) de Mckinsey and Company, la Inteligencia Artificial generativa tiene el potencial de mejorar las eficiencias, “sobre todo asumiendo tareas de menor riesgo” como la elaboración de informes, seguimiento de la normativa y la recopilación de datos. 

Los expertos de McKinsey explican que la IA generativa va a impactar sobre todo en mejorar la toma de decisiones de los clientes. Además, tal y como señalan, el uso de estas herramientas reduce los riesgos por una mejor supervisión, tanto por posibles impagos como por fraude. No obstante, en el informe reconocen que la banca ya se ha beneficiado significativamente de las aplicaciones de inteligencia artificial existentes anteriormente en ámbitos como el marketing y las operaciones con clientes.

La aplicación de la IA generativa también puede aportar otros beneficios a los bancos, sobre todo, tal y como apuntan, en este sector que hay muchas entidades que están tan orientados al cliente y a las pequeñas empresas. En este punto, el informe explica que se mejoraría el lenguaje de programación para traducirlo en mejor servicio al cliente. 

Con todo esto, los bancos pueden integrar la IA generativa en tecnología, donde han ido invirtiendo durante décadas, pero la inteligencia artificial podría economizar este proceso. Asimismo, ayudaría a las “grandes plantillas de cara a los clientes”, tanto a nivel de los asesores financieros como también en los agentes de centros de llamada. También apuntan a que estas herramientas mejorarán la organización como ayudar a la redacción de correos electrónicos, así como la realización de presentaciones. 

Los bancos ya utilizan la Inteligencia Artificial

Los bancos ya están utilizando la Inteligencia Artificial en algunos de sus procesos en especial con las actividades de software e incluso han comenzado a usar herramientas como ChatGPT.  Por ejemplo, tal y como apuntan desde Mckinsey, Morgan Stanley está construyendo un asistente GPT-4, con el objetivo de ayudar a “miles” de gestores de patrimonios a encontrar y sintetizar respuestas. 

“El modelo combina la búsqueda y la información para que los gestores patrimoniales puedan actuar en cualquier momento para los clientes”, describen en el informe. De hecho, añaden que mediante asistentes de Inteligencia Artificial los profesionales podrían acceder rápidamente a toda la información relevante, como guías de productos y políticas para atender las solicitudes de los clientes.

Factores que deben tener en cuenta los bancos

El informe también dedica un punto a los factores que tienen que tener en cuenta los bancos a la hora de instaurar el uso de la Inteligencia Artificial generativa. El primero de ellos es tener en cuenta el nivel de regulación de los distintos procesos, ya que varían desde procesos que no están regulados hasta el servicio al cliente que lo está “fuertemente”, como la de riesgo crediticio. 

Otro de los factores que hay que tener en cuenta es el tipo de usuario final. “Los usuarios varían sus expectativas y la familiaridad con la Inteligencia Artificial como por ejemplo los empleados frente a los clientes de alto poder adquisitivo”, apuntan en el informe. Los bancos también han de tener presente el nivel que quieren de automatización del trabajo. Las herramientas de IA pueden actuar de forma casi autónoma “ofreciendo sugerencias a tipo real sobre lo que tienen que hacer con los clientes”. 

Finalmente, el informe The economic potential of generative AI pide poner especial atención al uso de los datos y las limitaciones que conlleva. Los bancos podrán tener más facilidad para publicar informes anuales sobre el negocio y actividad de la entidad, pero “habría que limitar la información identificable de los clientes y otros datos internos”, concluye el informe.