La subida del euríbor ha provocado que muchos hipotecados a tipo variables que hayan tenido que revisar su préstamo se hayan visto afectados con aumentos en sus cuotas. Algo que no pasan por alto los gobiernos y ahora, en época preelectoral, los candidatos. El Gobierno actual firmó con el sector un nuevo Código de Buenas Prácticas para proteger a los hipotecados vulnerables y amplió el ya existente para poder llegar a renta medias. Pero Yolanda Díaz, candidata de Sumar, considera que no es suficiente, por ello, ha propuesto abonar 1.000 euros de forma directa a todos los afectados.

La propuesta está hecha para hipotecas variables con una antigüedad máxima de 10 años. Es decir, desde 2013, que sean la primera hipoteca y con un máximo de 250.000 euros. Desde enero de 2013 hasta abril de 2023 (últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística), se firmaron un total de 3,3 millones de hipotecas. El 59% se contrataron a tipo variable, es decir, 1,95 millones. Yolanda Díaz señaló que esta ayuda estaría sufragada con los 1.000 millones de euros recaudados por el impuesto temporal a la banca, que ella alargaría.

Con estos datos, el bono de ayuda a los hipotecados solo llegaría a la mitad de los afectados, es decir, a un millón. Sin embargo, hay que tener en cuenta que durante estos 10 años estos préstamos hipotecarios han podido ser cancelados o sufrido modificaciones como novaciones o subrogaciones, es decir, que hayan cambiado de hipoteca variable a fija. Además, desde enero, con el Código de Buenas Prácticas es gratuito pasarse de hipoteca fija si se cumple con los requisitos, así como amortizar parte de la deuda.

La candidata de Sumar ha hecho esta propuesta porque asegura con rotundidad que el Código de Buenas Prácticas no está funcionando “a los datos me remito”, señaló. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, apuntó tras la reunión trimestral con el sector bancario que este código había recibido en los cinco primeros meses del año 33.000 solicitudes, aunque no precisó cuántas estaban aprobadas. 

Esta cifra es mayor que las 9.000 solicitudes que comunicaron en la anterior reunión del mes de marzo. Pero todavía está lejos del millón al que pretendía llegar el Gobierno cuando lo puso en marcha. No obstante, Calviño destacó que más allá del código se estaban renegociando casi 29.000 préstamos hipotecarios de personas que no entran dentro de los criterios del código. 

Por ello, en la reunión, Calviño trasladó al sector la ampliación de uno de los puntos del código. La ministra puso sobre la mesa la posibilidad de ofrecer una extensión de un máximo de tres años de los préstamos hipotecarios a tipo variable. Sin embargo, tanto las patronales como el Banco de España señalaron que todavía era pronto para hacer modificaciones, pero se emplazaron a septiembre para estudiar posibles recalibraciones.

El sector señala que no hay muchas peticiones del Código porque el empleo y la economía están funcionando. Además, el Banco de España apunta que todavía no se ha notado toda la subida y que el 60% de los préstamos hipotecarios a tipo variable comenzarán a revisarse este 2023. “Las hipotecas tienen un ciclo de un año o incluso 18 meses, por lo que las primeras hipotecas comenzaron a repreciarse en septiembre u octubre”, señaló Mercedes Olano, directora de Supervisión del Banco de España.

Por esta razón, desde el Gobierno y desde los partidos políticos explican que hay que adelantarse a esa posible situación. El Informe de Estabilidad Financiera de Banco de España apunta que a finales del año pasado se había trasladado al coste de las hipotecas vivas de los hogares cerca del 30% de la subida registrada por el euríbor a doce meses. Este año, los hipotecados notarán el 70% de la subida del euríbor, pero también habrá que añadir el crecimiento del índice de 2023.

Y es que el euríbor continúa subiendo, aunque no con tanta fuerza como en los meses de 2022, pero el índice ya ha cerrado junio en el 4,007%. Este porcentaje supone sobrepasar esta barrera por primera vez desde 2008, después de que este viernes se haya situado en el 4,134% en tasa diaria, aunque los datos deben ser confirmados por el Banco de España.

Este nivel supone un incremento de alrededor de 0,15 puntos porcentuales en comparación con mayo, cuando este índice, que se utiliza como tasa de referencia para la mayoría de hipotecas variables, se situó en el 3,862%. Además, se ha incrementado en 3,155 puntos con respecto a junio de 2022 y supone seguir en máximos desde noviembre de 2008, cuando cerró en el 4,350%.

Esto se traduce en que una persona que tenga contratada una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años y con un diferencial del 0,99% más euríbor y deba revisar su tipo de interés en el mes de junio, registrará un aumento de su cuota hipotecaria de unos 261 euros al mes. En términos absolutos, pasaría de pagar unos 542 euros a algo más de 800 euros por mes.

Este encarecimiento de la cuota hipotecaria supondría un desembolso adicional para las familias de 3.135 euros más al año.