Un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) revela que Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha son las cuatro comunidades de régimen común que en 2021 recibieron de media menos recursos económicos a través del modelo de financiación autonómica.

La institución usa un índice de financiación en el que se valoran las competencias homogéneas por habitante de cada región y en el que se incorporan "algunos ajustes a las cifras oficiales con el fin de hacerlas más comparables entre comunidades", según describen.

Según las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda, y teniendo en cuenta que la media nacional es de 100, en 2021 Murcia tenía un índice de financiación definitiva a competencias homogéneas por habitante ajustado del 90,8 mientras que la Comunidad Valenciana lo tenía del 92,1, Andalucía del 94,3 y Castilla-La Mancha del 95.

Respecto al año anterior (2020), el índice de financiación definitiva a competencias homogéneas por habitante ajustado cayó en 1,5 puntos en Murcia; bajó en un punto en la Comunidad Valenciana; subió dos décimas en Andalucía y descendió un punto en Castilla-La Mancha.

Mientras, por encima de la media se sitúan Cantabria (115,3); Baleares (114,6); La Rioja (112,7); Extremadura (110,9); Canarias (107,1); Castilla y León (106,3); Asturias (103,1); Madrid (102,1); Cataluña (101,7); Aragón (101,6) y Galicia (101,3).

Con todo, llama la atención, en particular, el fuerte avance de Baleares, que gana 5,5 puntos y el retroceso de Murcia (-1,5), Valencia (-1,0) y Castilla la Mancha (-1,0) que, manteniéndose entre las últimas posiciones de la distribución, se alejan aún más de la media. Por otra parte, destacan también la mejora de Extremadura (+1,2) y la caída de Cantabria (-1,7).

Según explica Ángel de la Fuente en el informe, las variaciones registradas en 2021 en las posiciones relativas de las distintas comunidades autónomas en términos de financiación efectiva por habitante ajustado a competencias homogéneas han sido apreciables en algunos casos, y en ellas han jugado un papel significativo la recuperación de los ingresos tributarios tras la pandemia y el habitual baile en las comunidades receptoras de los dos tramos del Fondo de Cooperación.

Con todo, y según los cálculos de Fedea, el volumen total de la financiación definitiva de las comunidades autónomas de régimen común, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, experimentó en 2021 un incremento de unos 18.000 millones de euros (el 16%) con respecto a 2020 debido fundamentalmente a la recuperación de los ingresos tributarios autonómicos y estatales tras el desplome causado por la crisis del Covid.

Según la Fundación, este incremento se ha visto mitigado en alguna medida por la reducción en unos 2.500 millones de las transferencias extraordinarias del Estado para hacer frente a la pandemia. Para años más recientes no se dispone todavía de datos de financiación definitiva, pero los recursos sujetos a liquidación proporcionados por el sistema cayeron ligeramente en 2022 (-0,87%) y rebotaron con fuerza en 2023 (+19,3%).

Las CCAA más ricas aportan más

La suma de los saldos positivos apunta a que el sistema aporta a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de casi 20.000 millones de euros. Estos recursos provienen en parte del Estado (que aporta casi 11.000 millones de euros) y en parte de las comunidades con mayor renta per cápita (Madrid, Cataluña y Baleares) que aportan otros casi 9.000 millones.

Las aportaciones a la nivelación suponen en torno a un 8% de los ingresos tributarios autonómicos en Baleares, un 9% en Cataluña y un 24% en Madrid. En el lado de las comunidades receptoras, los ingresos por esta vía exceden el 20% de los ingresos tributarios homogéneos en diez casos y son particularmente importantes en Canarias, donde suponen más de la mitad de los ingresos totales, y en Extremadura, donde superan el 40%.