La Seguridad Social registró este mes de julio 7.308 nuevos trabajadores extranjeros en comparación con el mes anterior, descontando los efectos de estacionalidad y calendario. En total, España ya cuenta con más de 2,6 millones de cotizantes procedentes de fuera, que representan el 13,25% del conjunto de empleados del país (20,3 millones). Se trata de un récord histórico, tal y como recogen datos que el Ministerio -ahora en funciones- de José Luis Escrivá ha publicado esta semana.

Los extranjeros están tirando del empleo a medida que la población española envejece y tiene menos hijos. Los datos del último año así lo demuestran: la ocupación de los extranjeros ha aumentado un 12% frente al 3% que ha crecido el conjunto de trabajadores. Y si se echa la vista más atrás, su avance es mucho más importante: el grupo ha crecido un 50% en los últimos diez años, de los 1,6 a los 2,6 millones de personas, frente al 27% que ha aumentado el total de trabajadores inscritos en el conjunto del país.

El gráfico muestra hasta qué punto la población migrante ha pasado a ser una parte esencial del crecimiento económico nacional, pero la fotografía es aún más impactante dependiendo del territorio al que se atienda. Así, aunque en España uno de cada diez trabajadores proceda de otros países, en el caso de las Islas Baleares y de la provincia de Lleida los extranjeros son ya uno de cada cuatro trabajadores (24 y 26% del total), en ambos casos seis puntos por encima del porcentaje que representaban en invierno (18 y 20%), según recogen los cálculos de este periódico sobre los datos de Seguridad Social.

En las islas y en Lleida es donde más se ha notado este verano el impulso de la afiliación extranjera. Pero esta ya representaba una parte importante de la fuerza laboral en otros lugares durante el resto del año, como es el caso de Almería, donde los trabajadores foráneos constituían un 24% del total ya en invierno, de Huelva (20%), de Huesca (17%) y Segovia (14%).

En estos lugares la evolución ha sido algo más pequeña, posiblemente por el impacto que la reforma laboral ha tenido en el trabajo temporal tras la eliminación del contrato por obra y servicio. Durante el verano, otras provincias con un porcentaje importante de extranjeros han sido Girona y Barcelona (21% y 17%, respectivamente), Segovia, Cuenca, Guadalajara, Alicante, Castellón y Murcia (todas con en torno a un 16% de inmigrantes trabajadores).

Del lado contrario, las regiones españolas con menos trabajadores extranjeros este verano son Extremadura (4% del total) y Galicia y Asturias (ambas con un 5%), con provincias con apenas extranjeros como Badajoz (3%) o Jaén (2%). En estos dos últimos casos, la baja proporción de extranjeros coincide con las mayores tasas de paro del país, del 18%, solo superadas por Cádiz y Córdoba (en ambos casos, 22% de paro según la última Encuesta de Población Activa del INE).

Agricultores marroquíes en Andalucía, camareros italianos en Baleares

Algo que también dejan claro los datos es que tanto la ocupación de los extranjeros varía según la región en la que se encuentren, como también sucede con su procedencia: mientras que la mayoría de los que trabajan en Andalucía lo hacen en el sector agrario (65.000 en total) y llegan desde Marruecos, en Baleares la mitad se dedican a la hostelería (54.000) y son sobre todo italianos. Mientras, en Cataluña están más repartidos entre comercio, industria y hostelería y son marroquíes (80.000), italianos (55.000) y franceses (23.000).

No es casualidad, puesto que se trata de la región que más trabajadores extranjeros aglutinaba este julio, superando el medio millón de extranjeros en total (660.000). En cambio, en el conjunto del país no son mayoría ni los italianos ni los marroquíes sino los rumanos, tanto a día de hoy como al principio de la serie histórica.

De la misma manera, los datos por sectores de dedicación a nivel nacional muestran que los extranjeros en verano trabajan en la hostelería (434.000 este julio), el sector donde los empresarios han detectado una mayor falta de mano de obra aun con 2,7 millones de parados. Le siguen el comercio y las actividades administrativas (280.000 y 223.000), con la agricultura perdiendo peso durante la campaña estival, pese a que otros meses es uno de los sectores más importantes donde se emplean los extranjeros.

Nueva regulación para contratar en origen a empleados de la construcción

Hay que recordar que esta semana el BOE ha publicado una ampliación del conocido como catálogo de profesiones de difícil ocupación, que lista aquellos oficios para los que los empresarios españoles buscar y contratar a personal fuera del país. La lista no se modificaba desde 2008, pero ahora incluye una serie de perfiles muy específicos del sector de la construcción.

Después de una importante pugna entre los ministerios de Seguridad Social y de Trabajo, el acuerdo entre ambos ha determinado que siete son las profesiones del sector de la construcción que los empresarios están teniendo más dificultades para cubrir en España. Por tanto, los extranjeros con formación en ellas podrán trabajar en el país sin necesidad de seguir los trámites habituales para conseguir un permiso de trabajo.