Telefónica, los mercados y hasta el Gobierno en funciones aún digieren el desembarco de Saudí Telecom. La adquisición del 9,9% del accionariado de la operadora española ha despertado un gran revuelo por todas las implicaciones políticas y empresariales que puede tener una operación de este calado. Por primera vez en la historia de la teleco otra empresa del mismo sector será la máxima accionista y, además, será una sociedad afincada en Arabia Saudí.

Pero, a pesar de que la compra de este importante paquete accionarial ha causado un revuelo, este periódico ha podido confirmar que Telefónica no veía con malos ojos que entrara capital de los países del Golfo Pérsico. Fuentes conocedoras relatan a este periódico que César Alierta, ex presidente de la compañía, y su equipo directivo negoció en varias ocasiones con los principales fondos de Qatar y de Arabia Saudí para que compraran un porcentaje de la operadora española.

Las mismas voces relatan que las conversaciones fueron fluidas, pero “nunca se pudieron cerrar por diversos motivos”. Entre ellos, según ha podido saber este medio, se encontraba el precio de la acción de Telefónica. Los fondos qataríes y saudíes veían con recelo tener que pagar una operación “que resultaba costosa” en un sector que “aún no veían clave como sí lo ven ahora”.

En las negociaciones entre ambas partes, se habló de pequeñas participaciones en el accionariado y acuerdos puntuales de inversiones para que Telefónica pudiese ampliar sus áreas de negocio. Dichas conversaciones se produjeron durante los últimos ejercicios de César Alierta al frente de la operadora española. El directivo fue presidente ejecutivo de Telefónica S.A desde julio de 2000 hasta abril de 2016 y presidente del Consejo Empresarial para la Competitividad.

No obstante, si bien recuerdan las fuentes consultadas este tipo de operaciones “nada tiene que ver” con la compra por parte de Saudí Telecom en Telefónica. En aquella ocasión fue la propia operadora con César Alierta al frente la que propuso que entraran en el capital social. En esta ocasión ha sido Arabia Saudí la que, tras haber comprado acciones durante unos meses casi a escondidas, se ha convertido en el accionista de referencia de la teleco.

Por otra parte, como recuerdan dichas fuentes, “nunca se negoció directa ni indirectamente con ninguna de las operadoras de Qatar o Arabia Saudí” para ser accionista de Telefónica, tal y como sí que ha sucedido en esta ocasión.

Tal y como se mencionaba anteriormente, el precio de la acción de Telefónica en la época de César Alierta era más alto que el de ahora. Por fechas, según los informantes, las negociaciones se habrían llevado a cabo cuando el título tenía un coste de entre 12 y 14 euros por los 3,76 euros en los que cerró el pasado martes, momento en el que Saudí Telecom comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la adquisición del 9,99% de la empresa de telecomunicaciones.

Dudas en el mercado

Por otra parte, los analistas ya han empezado a dar su visión sobre el movimiento de STC en Telefónica y algunos de ellos dudan alertan de la incertidumbre que genera este tipo de compras.

Jacques de Greling, director de calificaciones corporativas de Scope Ratings recalca que “es probable que una inversión de este tipo no sólo resulte políticamente delicada, sino que la historia ha demostrado que los beneficios de las inversiones transfronterizas en el sector de las telecomunicaciones son difíciles de obtener, si no imposibles, sobre todo en una industria tan madura como la europea”.

Respecto a la operación de la llegada de una operadora de Arabia Saudí a una empresa española tan importante como Telefónica, el experto señala que “sería poco realista pensar que un operador europeo de telecomunicaciones pudiera acabar cayendo bajo el control de los Gobiernos saudí o emiratí”.

Otros analistas remarcan que la operación tendrá menos consecuencias de las que se viene hablando y “"la inversión probablemente no enfrentará problemas políticos", sostiene el analista de Oddo BHF, Stéphane Beyazian”.

Renta 4 cree que la noticia es “positiva” ya que “muestra la confianza de Saudí Telecom, compañía del sector, en el modelo de negocio y exposición geográfica de Telefónica”. La firma de análisis considera que esta entrada podría marcar un suelo en la cotización de Telefónica en el corto plazo, a pesar de que Saudí Telecom ha confirmado que no tiene intención de adquirir el control ni podría mientras siga existiendo el escudo antiopas en España”.