"La situación para las explotaciones tradicionales de almedras es catastrófica". El grito retumba desde las regiones arraigadas a la almendra, cultivo del que España es el segundo productor a nivel mundial, solo por detrás de EE.UU. Según denuncia UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), el sector se tambalea porque a la reducción del 70% de la producción se une que "se está pagando al precio de hace 20 años", explica en conversación con El Independiente Francisca Iglesias, responsable de la Sectorial de Frutos Secos de UPA y secretaria general de UPA Almería.

Iglesias lamenta la paradoja que rodea a la almendra, ya que el precio en origen no se corresponde con lo que suele dictar la ley de la oferta y la demanda. "Si la demanda crece y la producción es un 30% de lo habitual lo normal es que suba el precio; sin embargo cae", comenta Iglesias, que tiene claro el porqué de esta situación: "Los industriales, importadores y ciertas cooperativas están llevando a cabo un plan para sustituir producción de secano por otras intensivas de regadío".

La responsable de UPA asegura que los precios que ha tenido la almendra en los últimos años han generado un efecto llamada. El almendro es un cultivo de secano, por lo que en su entorno ideal no necesita riego. El boom del almendro ha provocado la plantación de almendros en zonas no habituales sirviéndose del regadío; "imitando el modelo norteamericano, que es superintensivo".

La superficie de almendro en regadío ha crecido 10 veces más que la de secano en la última década. "Se trata de un modelo productivo impulsado por grandes propietarios y fondos de inversión al calor de la supuesta rentabilidad de los frutos secos. Todo ello unido a las importaciones masivas desde EE.UU", indica Iglesias, que asevera que la almendra de California les sale a los industriales más barata que la española.

España produjo 370.000 toneladas de almendra el año pasado, pero al mismo tiempo es el principal importador, con 100.000 toneladas que entraron en nuestro país la pasada campaña, principalmente de California

Prácticas ilegales

La organización agraria considera que "ciertos industriales españoles" importan almendra californiana con cáscara para procesarla en sus plantas en España. "Después la envasan y la reexportan a otros países europeos como almendra española. Una práctica totalmente ilegal, recuerdan" en UPA. Iglesias apunta a conocidas industriales como Borges, o fondos como Atitlan, SLM Silva Fund y Foresta Private Equity II, aliada de la conocida marca Delaviuda.

"Traen la almendra de EEUU, la transforman aquí y la venden como española. Este año han comprado la almendra americana porque es más barata porque es superintensiva y han complementado la producción que han introducido de sus plantaciones de regadío. Nosotros sabemos que esto es así porque no nos compran la almendra. Ni a buenas ni a malas, o la compran por debajo de los costes de producción, incumpliendo la Ley de la cadena", critica Iglesias.  

Los productores tradicionales de almendras también sospechan que determinados dulces navideños, muchos de ellos acogidos a Denominaciones de Origen, se estarían elaborando con almendra californiana, incrementando así el beneficio de las industrias pero reduciendo la calidad del producto y, sobre todo, incurriendo en un fraude de etiquetado al no reconocer el origen foráneo de la materia prima.

UPA ha solicitado una reunión el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que encabeza Luis Plana para pedir un plan de protección y promoción de la almendra española, que incluya medidas como un fuerte control de las importaciones desde Estados Unidos -planteando incluso la imposición de aranceles-. Asimismo,reclaman un plan de vigilancia del cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, una marca de calidad que reconozca a las almendras españolas, reformas en el seguro agrario de frutos secos y una revisión en el funcionamiento de las lonjas, para hacerlas más transparentes y rigurosas.