Continuidad. Es la palabra que mejor resume las decisiones que Sánchez ha tomado de cara a los ministerios económicos que conformarán su nuevo Gobierno. Con tan solo una excepción de peso, la de Elma Saiz, una exconsejera de María Chivite en Navarra que ahora asume Seguridad Social, el resto de ministros del ala repetirán cartera en esta legislatura. Y Escrivá se mantiene dentro del equipo con un nuevo departamento, el de Transformación Digital, posiblemente creado para que exista solo un mes, hasta que Calviño termine su labor al frente de la negociación de las reglas fiscales europeas, lo que podría coincidir con su nombramiento como presidenta del BEI (Banco Europeo de Inversiones).

Calviño y Escrivá constituían los principales interrogantes del ala de la política económica durante los últimos días. Circulaba la idea de que Sánchez querría dar una imagen renovada, de nueva etapa, nueva estructura y con caras nuevas, pero los cambios en el gabinete económico no estaban claros. Finalmente el presidente ha optado por mantener a todos aquellos que le han dado buenos resultados, acometiendo tan solo algunas modificaciones en departamentos de menor peso como Vivienda, Transportes e Industria, que asumirán, respectivamente, Isabel Rodríguez, Óscar Puente y el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu.

La decisión más importante, así, es que Escrivá deja la batuta de la Seguridad Social justo después de haber terminado la ingente reforma del sistema de pensiones, que será evaluada y quizás inevitablemente modificada a lo largo de los próximos años, lo que no será fácil para Elma Saiz. La nueva ministra, del todo desconocida a nivel nacional, ha sido portavoz del Partido Socialista de Navarra en el ayuntamiento de Pamplona, y también consejera de Economía y Hacienda en dicha comunidad, así como delegada del Gobierno. Según fuentes consultadas, Saiz habría sido la solución a la demanda de Yolanda Díaz de sacar al ya exministro socialista de la cartera que hasta 2020 formaba parte del Ministerio de Trabajo, por los constantes choques entre ambos y sus equipos.

Un posible regalo navideño para Escrivá

Sin embargo, el movimiento también puede entenderse en clave de premio para José Luis Escrivá, un economista apreciado y por Sánchez pese a que no tiene carnet del PSOE, que ha afrontado duras críticas al encargarse de la reforma más delicada en un país tremendamente envejecido, y al que Seguridad Social ya se le quedaba pequeña. Así, Sánchez podría estar aupándolo a una cartera de aún mayor peso, aunque todavía no está claro que Calviño vaya a ser elegida para presidir el Banco Europeo de Inversiones. La vicepresidenta cuenta con la comisaria de competencia Margrethe Vestager como principal competidora, un perfil de peso, pero tiene el camino algo más despejado después de que Scholz garantizase el apoyo de Alemania la pasada semana.

Resulte o no elegida, manteniendo la titularidad de Asuntos Económicos Calviño ahora podrá terminar la reforma de las reglas fiscales europeas. La vicepresidenta es la responsable de coordinar las conversaciones en el marco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Para ella, lograr el pacto antes de fin de año sería un verdadero logro, y la posibilidad de que un nuevo ministro tuviese que darle el relevo este mismo mes complicaba la decisión. En cambio, nombrar a Escrivá ministro de lo que hasta ahora asumía Carmen Artigas como secretaria de Estado de Digitalización, el expresidente de la AIReF y ex economista jefe de BBVA se sitúa en un paso intermedio hasta llegar a su cartera soñada. Si es que esta es la intensión de Sánchez, porque si algo ha quedado claro durante los últimos días es que la opacidad en torno a este tipo de decisiones es total y absoluta. El presidente no tolera filtraciones.

Las vicepresidentas, todas económicas

Con todo y pese a las promesas de adelgazar el nuevo Ejecutivo, finalmente Sánchez mantiene un gobierno con 22 ministerios, en el que ganan todavía más peso los gabinetes económicos al asumir cuatro de sus ministras más importantes las cuatro vicepresidencias. Nadia Calviño se mantiene como vicepresidenta primera; Yolanda Díaz, continúa de segunda; Teresa Ribera sigue de tercera y María Jesús Montero Montero entra de cuarta. Todas ellas mantienen sus carteras sin cambios -respectivamente, Trabajo, Transición Ecológica y Hacienda y Función Pública-. El hecho de que Ribera continúe se daba por hecho después de conseguir y con un papel muy relevante la reforma del mercado eléctrico europeo, aunque muchos la ven como comisaria europea en las elecciones del próximo mayo. En el caso de Montero, que gane peso se entiende como el paso natural de una negociadora importante para Sánchez, que ha trabajado en acuerdos de investidura y legislatura además de ser la número dos del PSOE, y que ya fue ministra portavoz durante 2020 y 2021, cargo que ahora asumirá la responsable de Educación, Pilar Alegría.

Isabel Rodríguez sale así del cargo de portavoz y asume un nuevo ministerio, el de Vivienda y Agenda Urbana, mientras que el vallisoletano Óscar Puente se queda con la otra mitad, el Ministerio de Transportes, que hasta ahora dirigía Raquel Sánchez. Mantiene invariable su cartera Luis Planas, como ministro de Agricultura, Pesca y Alimentacón, y el elxalcalde de Barcelona Jordi Hereu entra como titular de Industria, Comercio y Turismo en sustitución de Héctor Gómez. Por otro lado, el Ministerio de Consumo se fusiona con el de Derechos Sociales y Agenda 2030, que dirigirá Pablo Bustinduy, en sustitución de Alberto Garzón e Ione Belarra.

En las quinielas de posibles nuevos ministros económicos quedan una retahíla de nombres que no han dejado de sonar durante las últimas semanas: los ex secretarios de Estado de Economía José Manuel Campa y David Vegara y el actual, Gonzalo García Andrés; el actual gurú económico de Sánchez, Manuel de la Rocha; el del execonomista del FMI Ángel Ubide. Incluso los de otros perfiles más desconocidos -como fue el caso de la propia Calviño en 2018- con los que se valoraba que Sánchez pudiera dar la sorpresa. Ahora, la principal incógnita es si el presidente escogerá un nombre nuevo en un mes si Calviño resulta elegida para el BEI, o si volverá a fusionar Transformación Digital y Asuntos Económicos como a día de hoy se da por hecho.