El mítico hotel Palace está en plena transformación. Sin cerrar sus puertas al público, el establecimiento inaugurado en 1912 se somete a una profunda reforma para competir en la nueva liga del lujo turístico madrileño.

La última gran remodelación fue en el año 1997. Y, desde entonces, ha asistido a la llegada de nuevos operadores como la cadena Four Seasons, en el complejo Canalejas y otros cuantos hoteles de cinco estrellas. También se han acometido en los últimos años las rehabilitaciones integrales de otros iconos de la capital como el Ritz o el Villa Magna. Y la actuación que llevaba años en mente de la dirección del hotel, por fin acabó llegando.

Hace apenas unos meses, el hotel situado junto a la plaza de Neptuno, comenzó unos trabajos que dejarán el edificio estructuralmente como está - debido a su especial protección arquitectónica como Bien de Interés Cultural- pero resaltando al máximo su valor histórico y la decoración interior. Por sus habitaciones y salones han pasado grandes figuras de la política y el arte.

La reforma a cargo del Estudio Ruiz Larrea dará paso también a un cambio de marca. El hotel está operado por Marriot International, la mayor cadena hotelera del mundo. En 2006, la compañía decidió traer a Europa su marca Westin y para ello escogió algunos hoteles icónicos como el Palace de Madrid o el Excelsior de Roma. Ahora, la voluntad de la compañía es devolver al icónico establecimiento la marca Luxury Collection.

La intervención comenzó por el ala más 'escondida' del hotel, la de las calles Medinaceli y Cervantes. Y al mismo tiempo que se reforman las estancias -470 habitaciones en total- se renueva la fachada. Pero los clientes que pasan por el hotel no perciben la intervención.

La primera zona ya está renovada y actualmente los trabajos se centran en el ala que da a la fuente de Neptuno y la Carrera de San Jerónimo. Esas habitaciones se irán finalizando de forma progresiva entre enero y abril. Y las zonas comunes comenzarán a reformarse entre febrero y marzo, con una duración prevista de unos seis o siete meses, para que todo el conjunto esté acabado a finales de 2024.

La gran fortaleza del Palace frente a otros competidores de la ciudad es la cantidad de metros cuadrados de salones que tiene, además de un volumen de habitaciones muy superior al del resto, que le permite albergar grupos del segmento Mice (negocios) de alto nivel y que pagan cara la estancia. La tarifa media, que en 2019 era de unos 300 euros, ahora se sitúa en torno a un 15 o un 20% por encima.

El hotel se nutre en una muy alta proporción de viajeros estadounidenses, que ahora son uno de los mercados que mejor se está comportando y mayor crecimiento registra desde la pandemia. Entre sus clientes también cuenta con un gran componente de viajero de Latinoamérica, principalmente de México. Y los huéspedes europeos proceden fundamentalmente de Reino Unido, Francia, Italia y Alemania.

En algunas épocas del año, como el verano, también recibe un importante volumen de viajeros de Oriente Medio. Y cada vez que hay un partido de fútbol como los 'clásicos' o de la Champions League, cuelga el cartel de completo. En condiciones normales, su ocupación media es del 70%.

La reforma integral del Palace coincide además con un momento de especial pujanza de Madrid en el ámbito turístico en contraposición con Barcelona. La ciudad condal, confesaba hace un par de semanas el director de expansión de la cadena Marriot, ha perdido algo de fuerza.

Ahora, la fuerte inversión hotelera en el segmento de lujo, la celebración de eventos deportivos de alto nivel como la Copa Davis o el salto de calidad en la oferta gastronómica de la hostelería madrileña frente a lo que había hace una década han contribuido al empujón y a su apertura internacional. Y la capital han llegado el Thompson de la calle Montera, el Madrid Edition; en el antiguo edificio del Monte de Piedad de Madrid; el UMusic, en el antiguo teatro Albéniz; o el Montera Madrid (Hilton).

Dentro del propio Palace, los planes pasan por reconvertir su oferta gastronómica actual y elevar su nivel. Donde estaba el salón Asia Gallery, se abrirá un nuevo restaurante para unos 90 comensales con una marca internacional pero operada por el hotel.