Alcampo está inmerso en un profundo cambio tecnológico con la ambición de convertirse en una de las compañías líderes del comercio electrónico de alimentación pero sin perder presencia en lo físico. La empresa de origen francés firmó en 2021 un acuerdo con el gigante británico Ocado para cambiar por completo su forma de operar.

Hasta ahora ha completado ya las dos primeras fases de la operación con una inversión de 17 millones de euros. En verano prevé alcanzar un tercer hito con la apertura de un gran almacén robotizado en San Fernando de Henares (Madrid) para surtir de productos a su servicio de compra por internet, que en 2023 acumuló medio millón de pedidos.

La compañía comenzó preparando sus pedidos online en sus propias tiendas, pero el incremento de la demanda le llevó a buscar cómo desarrollar nuevas capacidades dentro de los almacenes de los propios establecimientos. En la trastienda de algunas hipermercados dedica ya un espacio específico para la preparación de pedidos online.

Una parte de los productos se recoge en la sala de ventas por los empleados y, otra parte, se completa directamente de una zona de sus almacenes donde están aquellos artículos que más se repiten en los pedidos de los clientes.
El cambio, explican fuentes de la compañía, ha permitido ganar en productividad. Antes tardaban en torno a una hora en preparar un pedido de un solo cliente, mientras que ahora usa un modelo multipedido en el que cada empleado que con un carro a la tienda puede preparar seis pedidos a la vez.

La mejora de la productividad y la optimización de los procesos son la máxima número uno dentro del cambio tecnológico en el que está embarcada la empresa. Por eso ha tenido que realizar un exhaustivo mapeo de sus tiendas con la ubicación exacta de cada producto para que los empleados que los recopilan lineales logren preparar los pedidos en el tiempo más corto posible.

El objetivo es que el 40% de cada pedido se pueda preparar en sus almacenes y no dentro de la sala de ventas, lo que permite reducir el tiempo de preparación y mantener la tienda en mejores condiciones para los clientes que compran de forma física.

En aquellos establecimientos con hasta 100 pedidos al día, la compañía considera posible prepararlos íntegramente en la tienda. Pero a partir de ahí, necesita contar con una sala adicional que no ofrecen todos los hipermercados. Debido a los cambios en el modelo de cadena de suministro, los más modernos suelen tener zonas de almacenamiento de menor tamaño.

En el giro digital que ha planteado la compañía también está muy presente la mejora de la eficiencia a la hora de ejecutar el reparto. Sus camiones incorporan inteligencia artificial para optimizar las rutas y hacer que sean lo menos contaminantes posibles, pero poder cumplir también los plazos de entrega de los pedidos de sus clientes. "Al principio costó que los conductores hicieran caso a la aplicación", confiesan fuentes de la empresa. La empresa decidió internalizar el servicio e incorporó a su plantilla a unos 80 trabajadores de reparto.

La otra pata del cambio se sustenta en la transformación de su página web y el lanzamiento de una aplicación móvil de compra el pasado mes de. La alianza con Ocado ha permitido incorporar tecnología basada también en la inteligencia artificial que mejora la experiencia con el buscador de productos.

La propia aplicación es capaz de proponer en cuestión de segundos un carro personalizado en base al histórico de compra del cliente. "Si compro tres unidades de salchichas, añadirá esas tres unidades. Pero si compro un día una tetera, no la añadirá porque no es una compra habitual", detallan fuentes de la empresa.