Las empresas y las consultoras de recursos humanos afirman que hay un desajuste entre el talento disponible y las vacantes que ofrece el mercado laboral. ManPower cifra esa brecha en el 78%, por encima de la media mundial, que la compañía sitúa en el 75%. Estos datos contradicen a la estadística europea del talento tecnológico, como publicó este periódico, pero también a las cifras de paro y a la atracción de talento extranjero en nuestro país.

La situación que plantea ese desajuste no es una buena noticia para las empresas que se dedican a buscar a candidatos para las empresas. “La escasez no nos beneficia, no tenemos candidatos para entregar, afirma Francisco Ribeiro, country manager de ManPower. Una de las explicaciones para que se produzca esta falta de mano de obra con una tasa de paro superior a la de países de nuestro entorno es que los perfiles que demandan las compañías son “cada vez más complejos”. “Piden que hayan pasado por varios países de Europa, idiomas”, añade Ribeiro.

“Si antes en un almacén querías a alguien que podía cargar cajas, ahora quieres que pueda trabajar con interfaces tecnológicos, se piden perfiles mucho más completos, en idiomas, en habilidades y competencias tecnológicas. Hemos visto que en los últimos 5 años, cada vez más complejidad”, subraya Vicenç Álvaro, responsable de márketing de ManPower.

“Hay una parte del desajuste que viene de que las condiciones (ofertadas) no son las que están dispuestos a aceptar”

vicenç álvaro, responsable de márketing de manpower

No obstante, ese desajuste también viene por otra vía, como reconoce Álvaro, y ese es el de las condiciones que ofertan las compañías. “Hay una parte del desajuste que viene de que las condiciones (ofertadas) no son las que están dispuestos a aceptar”, resume. Esto sucede en sectores como “la hostelería, una parte de la logística, estaríamos hablando de un entorno laboral donde hay mucha demanda y las condiciones juegan un papel fundamental”, explica.

Por otra parte, y desde la pandemia, el teletrabajo también juega a la contra, porque según Álvaro, en determinados perfiles, “el teletrabajo nos puede convertir en un pool de talento para otros países”. “En Turquía tienen un problema muy serio con los ingenieros, que exigen salarios de Alemania porque tienen ofertas (con teletrabajo) para incorporarse a esas empresas con esos salarios”, describe. “En España empieza a existir ese elemento, aunque no tenemos un dato preocupante”, resume.

Nómadas digitales

No obstante, hay datos que sí son alarmantes. Como el incremento del precio de la vivienda de Málaga, un hub tecnológico con todas las características de la vida mediterránea que buscan profesionales de otros puntos del planeta. Y así lo reconocen también desde ManPower, “Málaga es un buen ejemplo, no solo desde la parte laboral, sino por la parte del coste de vida, está expulsando a las personas nativas por la llegada de este tipo de inflación de sueldos que lleva acompañado el coste de vida”, indica Ribeiro.

Parte de esta recepción de nómadas digitales, como se conoce a los trabajadores extranjeros que pueden realizar su actividad en cualquier lugar del mundo mientras tengan internet y un ordenador, se ha fomentado a través del nuevo visado, creado en la Ley de Startups. 

La norma crea un régimen tributario específico para que estas personas en teletrabajo desde el territorio nacional, puedan pagar el impuesto sobre la renta de no residentes. Para ello, se flexibilizan los requisitos para acceder a este régimen, y se amplía el periodo de su disfrute de 5 a 10 años.

Según los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, a los que ha accedido este periódico a través de una petición en el Portal de Transparencia, se otorgaron 299 visados a finales de 2023. El Ministerio ha denegado el acceso a las nacionalidades y ciudades de residencia de estos profesionales. A través de la Unidad de Grandes Empresas, que depende del Ministerio de Seguridad Social, se gestionaron hasta octubre 7.116 permisos, según publicó ON Economía. Pese a las peticiones de información de El Independiente, el departamento que dirige Elma Saiz no ha actualizado los datos a finales del pasado año al cierre de este reportaje.

Así, no es solo que las empresas reconozcan tener dificultades para cubrir sus vacantes, sino que la posibilidad del teletrabajo pone más competencia a las empresas y a los salarios españoles. “El mundo va a ir hacia una competición por perfiles que no hay en el mercado o que los hay y son escasos, porque no podemos formar a la velocidad que necesita el mercado, los países con mejores propuestas ganarán esa competición”, resume Ribeiro.