El grupo cervecero Mahou San Miguel alcanzó en 2023 un nuevo récord de ventas con un 10% más de facturación que el año pasado, hasta los 1.917 millones de euros. En términos de beneficio neto, el grupo ganó 108,3 millones de euros, un 6,1% más que en 2022.

El volumen de ventas creció un 0,5%, hasta los 21 millones de hectolitros. Por categorías, 16,2 millones corresponden a cerveza (que creció un 0,4%) y 4,8 millones al agua (+0,8%). "Hemos crecido por encima de lo que ha hecho el sector cervecero", ha destacado el director general de la compañía, Alberto Rodríguez-Toquero. "Nuestro liderazgo es sólido", ha abundado durante la presentación de los resultados.

Un parte del incremento de la facturación viene dado por la inflación. El resultado operativo (Ebitda), creció un 8,1%, hasta los 283,7 millones. "Los aumentos de ebitda y resultado neto son inferiores al crecimiento de ventas por decisión de la compañía de no repercutir en su totalidad el incremento de costes de las materias primas y transporte y seguir invirtiendo en el desarrollo de la empresa", ha recordado Rodríguez-Toquero.

La firma cervecera registro una cifra récord de inversión, con un crecimiento del 11,2% hasta los 543,6 millones de euros. En 2021 invertía en este ámbito 372,4 millones. Según el director general de la empresa, "2023 ha sido un año con un contexto bastante complejo, con tensiones inflacionarias en materias primas que han seguido subiendo de manera desbocada". Pese a ello, ha destacado que para Mahou "ha sido un muy buen año".

A principio de este 2024, la empresa comunicó una subida de precios en línea con la inflación. "Nuestra intención es quedarnos ahí y no tenemos intención de llevar precios al alza", ha detallado Rodríguez-Toquero. Además, ha defendido que la compañía está mejor preparada para afrontar el futuro con éxito.

En términos de internacionalización, el 21% de sus ventas de cerveza en 2023 se produjo fuera de España. "Somos la cervecera española que más vende en el extranjero", ha dicho. En este sentido, ha desvelado que la compañía va a invertir 50 millones de euros en los próximos cinco años para situar a San Miguel como una marca de referencia en otros países de Europa. Tratará de imitar el modelo de éxito que ha conseguido en Reino Unido.

Fuera de España, el grupo está presente fundamentalmente en Europa y Estados Unidos. En este segundo mercado tiene dos cerveceras y es una de las tres compañías que está ganando participación. Allí quiere seguir creciendo con marcas locales, pero también con ventas de Mahou. "Es un mercado muy innovador y tremendamente exigente", ha recordado Rodríguez-Toquero.

Por detrás de Reino Unido, tienen en el radar de crecimiento países como Alemania, Francia o Bélgica, de donde proceden buena parte de los turistas que visitan España. "La primera apuesta es San Miguel, pero también creemos que hay oportunidad para Mahou", ha defendido. La compañía abrirá en unas semanas en el estadio Santiago Bernabéu la primera fábrica de cerveza en unas instalaciones como estas, y espera que sirva como galería de su producto para los visitantes extranjeros.

Solo marcas propias

"Somos fabricantes solo de nuestras marcas y sabemos que estamos renunciando a parte del mercado. Pero sabemos que las marcas tienen más valor que las marcas de la distribución. Y eso tiene el reto de convencer al consumidor de que tiene que comprar nuestra marca", ha defendido sobre la tensión entre la industria y la distribución y el auge de las marcas blancas.

"La marca de la distribución siempre lo hemos visto como otro competidor con el que tenemos que convivir y nos obliga a hacer las cosas mejor cada día para mantener nuestro liderazgo. Tenemos que ser suficientemente atractivos porque somos más caros", ha rematado. Asimismo, ha defendido que la clave es que los fabricantes de marca puedan competir en igualdad de condiciones con las marcas de distribución.

De cara a 2024, otro año marcado por la "volatilidad e incertidumbre", la compañía ha decidido también cambiar la imagen de toda la gama de su marca Mahou, con un código de color que permite identificar mejor cada tipo de cerveza. El último cambio de imagen data de hace casi una década.