Unidas Podemos no parece dispuesta a esperar a que el PP desbloquee la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) una vez que se ha demostrado de nuevo fallida la enésima negociación. Los morados se dan hasta la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, a finales de mes, para volver a resucitar su proposición de Ley con la que modificar las mayorías parlamentarias necesarias para elegir a los nuevos miembros del Consejo, o, si no, presentar una nueva, en principio, de mano del PSOE, dentro del cupo que tienen los Grupos Parlamentarios.

Para ello, se dirigirán al Grupo Socialista, a cuya portavoz, Adriana Lastra, "tomamos la palabra" cuando hace quince días insistió en que "si el PP no quiere la renovación, cambiaremos la ley". Para el portavoz del Grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, «estamos ante el enésimo portazo del PP y no podemos esperar más. La derecha se ha situado en la desobediencia constitucional»

Parece que el sector socialista del Gobierno está dispuesto a dar un plazo más amplio a los populares. Aspiraban a rubricar el acuerdo antes del próximo domingo 6 de diciembre, cuando se vienen a cumplir dos años de interinidad en el Consejo. No ha sido posible. Todo apunta a que los populares no tienen prisa hasta la celebración de las elecciones catalanas, el 14 de febrero próximo, muy probablemente porque teme que éste sea un asunto que les puede pasar factura electoral y que Vox, sin duda, utilizaría en campaña.

Pero Podemos no quiere esperar hasta entonces. «Debe levantarse el pie del freno y sacarse nuestra propuesta del congelador», ha pedido Asens. Fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que ofreció al líder del PP, Pablo Casado, paralizar esta controvertida reforma para intentar un nuevo acuerdo "y todo lo que ponen los populares son excusas", lamenta Asens en conversación con El Independiente.

Sánchez hizo esa propuesta durante el debate de la moción de censura de Santiago Abascal el pasado mes de octubre una vez que Casado rompió con Vox al lanzar un expresivo "hasta aquí hemos llegado", amén de un rosario de descalificaciones políticas y hasta personales.

"Parar el reloj" de la reforma judicial

El Gobierno "parará el reloj de la reforma del CGPJ», le dijo Sánchez a Casado. Desde entonces han proseguido las conversaciones de Juan Carlos Campo con el responsable de Justicia de Génova, Enrique López, en los mismos términos en que se dejaron el pasado verano, esto es, un reparto al 50 por ciento de los miembros del Consejo más la presidencia, que la decidía el PSOE. Pero, de nuevo, todo se ha paralizado.

Entre medias, los reiterados anuncios de Campo, en el sentido de que las cosas iban por buen camino y habría noticias "pronto", generaban malestar en el sector morado, que apenas tenía información del contenido de esos contactos. El propio ministro le aclaró a Asens que no se había entrado en nombres, sólo en los criterios de reparto.

Lo cierto es que para Unidas Podemos lo mejor que podría pasar es que esa vía quedara cegada definitivamente para sacar adelante una reforma que ha recibido críticas generalizadas, incluidas las del Consejo de Europa. El presidente del Grupo de Estados Contra la Corrupción (GRECO), Marin Mrcela, alertó que reducir de tres quintos (210 diputados) a una mayoría simple la elección de doce de los veinte miembros del CGPJ «se desvía de los estándares del Consejo de Europa relativos a la composición de los consejos judiciales y la elección de sus miembros y puede suponer una violación de los estándares anticorrupción del Consejo de Europa».

Sin informes de los consejos consultivos al tramitarse como proposición de ley y no como proyecto de ley, en el propio Gobierno hay dudas sobre si es la reforma más apropiada y si supera los estándares de exigencia europeos. Los morados lo tienen claro. "La pericia y rapidez que ha demostrado al abordar la agenda de transformación de la Justicia contrasta con la torpeza y la lentitud en otras cuestiones, como la renovación del CGPJ”, le reprochó Asens al ministro este martes.