La clara ruptura de Pablo Casado con Vox ha llevado al presidente del Gobierno a volver a ofrecer al líder del PP retomar el diálogo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). De hecho, el Gobierno "parará el reloj de la reforma del CGPJ" al objeto de regresar a la mesa de diálogo. Ante un Santiago Abascal claramente desdibujado, Pedro Sánchez es de los pocos que ha retocado el contenido de su discurso tras la sorpresiva intervención de Casado por la dureza de sus ataques al presidente de Vox.

Sánchez cree que esta moción "es una oportunidad para construir". "Renovemos el poder judicial, el Defensor del Pueblo, el Constitucional, necesitamos diálogo", le ha dicho directamente al líder del PP y, por ello "detiene el reloj de la reforma de la elección del CGPJ para poder llegar a un acuerdo con ustedes, en cuanto concluya esta votación".

Sánchez necesita salir del laberinto en el que se ha metido con la proposición de Ley de PSOE y Unidas Podemos en el que apuestan por rebajar las mayorías parlamentarias para la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial. Y lo necesita porque además de las dudas y críticas que ha cosechado en España respecto a su constitucionalidad, suma el cuestionamiento europeo, que teme una maniobra de injerencia en el poder judicial. De hecho, se ha alertado que dicha reforma podría "violar las normas del Consejo de Europa", tal y como ha dicho el Grupo de Estados Contra la Corrupción (GRECO).

Así, vistiendo de concesión una retirada que parecía obligada, tiende la mano al primer partido de la oposición, que no ha abandonado ninguna de las dos exigencias que dieron al traste con la última negociación, esto es, dejar fuera a Podemos y comprometerse con la despolitización del órgano de gobierno de los jueces. Fuentes del PP aseguran que "lo hace porque el GRECO y la Comisión Europea les ha forzado gracias a la presión planteada por el presidente Casado en la UE".

El presidente del Gobierno ha vuelto a pedir la palabra en nombre del gobierno para cerrar el debate, con el recordatorio de que Vox "no cuenta con ningún apoyo porque no tiene ningún proyecto para este país". "No tiene ni un plan mediamente sensato para la recuperación", tampoco "la más remota idea de qué hacer con España, por ejemplo, con la segunda ola de la pandemia" por coronavirus.

"Ha llegado la hora de la verdad" y "la cruda y clamorosa realidad es que ustedes están solos. No es Blas de Lezo en el sitio de Cartagena de Indias, no es el salvador de España". Tras acusarle de dedicar julio a firmar los papeles de "un chalecito" y dirigir a sus secuaces "a amargarle las vacaciones" a Pablo Iglesias e Irene Montero, le ha invitado a que se pase por el registro de la Cámara y declare la nueva vivienda.