Mientras se ha cerrado, no sin dificultades, la prohibición de los desahucios sin alternativa habitacional, la negociación en el Gobierno para imposibilitar por ley que se corten los suministros básicos de los hogares más vulnerables, al menos hasta el fin del estado de alarma, se ha convertido en una bronca a cara de perro, según ha podido saber El Independiente.

Si bien la interlocución del sector morado con el departamento del ministro José Luis Ábalos es buena, independientemente de que hayan protagonizado otros encontronazos, la sintonía es escasa, por no decir nula, entre Hacienda, con María Jesús Montero al frente, y los socios del gobierno de coalición. Y es con Hacienda y con la vicepresidencia cuarta de Teresa Ribera con la que se está negociando el tema de los suministros básicos y donde existen los mayores escollos.

La negociadora de Unidas Podemos, Ione Belarra, secretaria de Estado de la Agenda 2030, hubiera preferido una mesa interministerial en la que se sentaran todos los ministros concernidos por este asunto. Pero los socialistas prefirieron negociaciones paralelas, de recorrido muy diferente, lo que vaticina que deberán ser dos decretos y no sólo uno.

Afección a las eléctricas y suministradoras

No entienden los morados que en primavera, en mitad del confinamiento domiciliario por la pandemia, se alcanzara un acuerdo para impedir que a los hogares en dificultades se les pudiera cortar el suministro de electricidad, gas o agua, pero, camino del invierno, haya resistencias al respecto por la afección que se pueda producir a las eléctricas y suministradoras, a falta de concretar cuántos hogares pueden verse beneficiados por esta medida.

Lo cierto es que, a pesar de las suspicacias de Podemos, Montero señaló el pasado martes durante su comparecencia tras la reunión del Consejo de Ministros que el Gobierno trabaja en ese sentido y reivindicó, frente al discurso morado, que fue el Ministerio para la Transición Ecológica "el órgano que promovió que hubiera prohibición de corte de suministro de luz, agua o calefacción y vamos a seguir trabajando en esta dirección".

Sin embargo, no quiso anticipar la portavoz gubernamental si iría junto al decreto anti-desahucios, que estará "en breve". Es muy posible que pase por la mesa del Consejo de Ministros del próximo martes y afectará tanto a los impagos hipotecarios como a los de alquileres. Signo casi inequívoco de ello es que Unidas Podemos, junto a ERC y Bildu, retirara su controvertida enmienda para impedir lanzamientos antes de su debate en pleno de los Presupuestos Generales del Estado, que se votan hoy antes de remitirlos al Senado. La cuentas de Montoro superarán con creces los apoyos votos necesarios.

A los 155 escaños de PSOE y de Unidas Podemos, se sumarán los 13 de ERC; los 6 del PNV: los 5 de EH-Bildu; los 4 del PdeCat; los 2 de Más País; el de Compromís, el de Teruel Existe y el de Nueva Canarias. En total 188, falta de concretarse el voto del diputado del partido regionalista de Miguel Ángel Revilla. Y eso que los Presupuestos, a pesar de ser una de las leyes más importantes que pasa, o debería pasar, todos los años por el Congreso, no necesita de mayoría absoluta, sólo más votos a favor que en contra.

El "no" del BNG tiene más lectura en clave de política gallega que nacional

Llamativo resulta, sin embargo, el "no" del BNG a pesar de los intentos de Podemos para conseguir su apoyo. La negativa puede tener más lectura en clave de política gallega que nacional. Los nacionalistas gallegos no sólo hicieron el sorpasso al PSdG-PSOE en las últimas elecciones autonómicas, sino que Podemos desapareció del parlamento regional.

En todo caso, los dos sectores del Gobierno vuelven a batallar por el relato de quién representa la conciencia social de la coalición y, de momento, parece que son los morados los que están ganando esa batalla a ojos de la opinión pública, con una estrategia de comunicación en la que no se ocultan los enfrentamientos internos.