Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente catalán Jordi Pujol Soley, pedirá por cuarta vez en un año al juez del caso Tándem, Manuel García-Castellón, figurar como perjudicado o víctima de la red "parapolicial" que habría liderado el comisario José Manuel Villarejo para obtener beneficios económicos a través de su empresa Cenyt aprovechándose, según apuntan los investigadores, de su condición de policía y gracias al apoyo de otros funcionarios.

El primogénito de la familia Pujol insistirá a través de su defensa, según traslada a El Independiente, en ejercer la acusación particular en la macrocausa de la Audiencia Nacional donde se investigan los distintos trabajos de espionaje presuntamente realizados por el exagente en prisión preventiva puesto que él fue uno de los "objetivos del Grupo Cenyt".

Concretamente, la expareja de Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, y el empresario Javier de la Rosa que presentaron las primeras denuncias sobre presuntas actividades corruptas de Pujol hijo "reconocieron en sus respectivas declaraciones judiciales haber formulado sendas denuncias ante la Comisaría General de Policía Judicial en Madrid a instancias de José Manuel Villarejo Pérez y su socio Rafael Redondo Rodriguez", expuso la defensa del hijo del expresident en su primera solicitud de personación en febrero de 2020.

Las citadas denuncias, que recibieron agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía con la mediación del abogado y socio de Villarejo, Redondo, sirvieron de base a la investigación del caso Pujol instruido por el juez José De la Mata por el que procesó como organización criminal al expresidente catalán, su esposa y sus hijos.

El modo en que las denuncias contra Pujol Ferrusola llegaron a dicha unidad policial no son el único indicio de una supuesta connivencia entre el comisario -a través de su empresa privada- y la Policía para iniciar causas judiciales al margen de la Policía Judicial y controlar su curso.

En el sumario del caso Tándem figura un audio de 2008 requisado a Villarejo que adelantó este diario en el que él mismo describió dicha operativa: "Nosotros lo que jamás hacemos es una investigación paralela. Nosotros todo se lo damos a los colegas [a la Policía]. Que ellos se apunten el tanto y nosotros cobramos". También explicaba que su socio Redondo era quien llevaba las denuncias a la UDEF para no levantar sospechas, puesto que era abogado.

El juez considera las conversaciones "secretos de Estado"

Las denuncias de Álvarez y De la Rosa contra Pujol Ferrusola se presentaron entre noviembre y diciembre de 2012 en Madrid a pesar de que ambos vivían en Barcelona. La exnovia de Pujol Ferrusola reconoció que fue Villarejo, presentándose como periodista, quien contactó con ella y le instó a contar que había visto cómo la familia Pujol sacaba grandes cantidades de dinero en efectivo de España y las llevaba a Andorra, como relató. En el caso de De la Rosa, el propio Redondo acudió con un poder de representación del empresario ante el juzgado madrileño que inició las primeras diligencias de investigación para manifestar que De la Rosa no se ratificaba en la denuncia formulada el día 29 de noviembre de 2012.

El juez del caso Tándem no ha admitido a Pujol Ferrusola como perjudicado ni tampoco ha abierto una pieza de investigación sobre el presunto espionaje al hijo del expresident por parte de Villarejo a pesar de que éste atesoraba información suya.

El pasado 21 de enero, García-Castellón extrajo de la causa a petición de la Fiscalía Anticorrupción distintos archivos de audio y documentos al considerar que están protegidos por la ley de secretos oficiales. Entre éstos, se encuentran conversaciones entre Villarejo y Javier de la Rosa requisadas al comisario que datan precisamente de las fechas en que se presentó su denuncia. La Fiscalía argumentó para el expurgo que las conversaciones se correspondían "con las funciones encomendadas a Villarejo de captación de información de interés policial" y el instructor decidió apartarlas al considerar que contenían secretos de Estado.

Según profundizó El País -en base al anexo policial del informe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía sobre el contenido de dichas conversaciones al que tuvo acceso- el empresario De la Rosa narró "algunos detalles" de "cuentas que pudiesen tener en el extranjero los Pujol" en los audios requisados.

No hay una pieza en la Audiencia Nacional

Victoria Álvarez, según publicó ya este diario, cobró de los fondos reservados del Ministerio del Interior mientras Jorge Fernández Díaz estuvo al frente de éste por incriminar a su expareja.

En el Parlamento de Cataluña, una comisión de investigación abordó si existió una denominada operación Cataluña puesta en marcha desde el Gobierno de Rajoy a través de la actuación de miembros de la cúpula policial para destapar irregularidades en partidos independentistas. Una operación de Estado supuestamente ilegal que siempre negó el Gobierno de Rajoy, su partido (el Partido Popular) y la cúpula policial ahora investigada en la Audiencia Nacional por desplegar, supuestamente, un operativo de espionaje entre 2013 y 2015 alrededor del extesorero del PP para recuperar información en sus manos que podía poner en apuros a los líderes de dicho partido en el Gobierno. El juez y los fiscales consideran que el Ministerio del Interior impulsó dicho operativo policial al que se destinaron fondos reservados del Estado para pagar 2.000 euros mensuales al chófer de Bárcenas como confidente.

Respecto a las denuncias contra Pujol, el empresario Javier De la Rosa ha negado que cobrara de los fondos reservados. Victoria Álvarez, en el Parlamento catalán en 2017, defendió a Villarejo. Afirmó: "Se mandó investigar la corrupción en Cataluña. Pues viva esa investigación. Ya era hora".

Ahora que los audios entre Villarejo y De la Rosa se consideran dentro de su función policial, la defensa de Pujol Ferrusola pedirá por cuarta vez -lo hizo en febrero, septiembre y noviembre de 2020- que se le tenga por perjudicado. Instará así a que se aclare si el espionaje de Villarejo al hijo del expresident fue un trabajo privado o no.