La Dirección de la Guardia Civil reconoce en un documento oficial que lucha contra la inmigración irregular y el narcotráfico con embarcaciones que exceden de largo la vida útil prevista y que no son las idóneas para perseguir estas actividades ilegales, dos de los cometidos en los que tienen que emplearse a fondo los agentes de este Cuerpo debido a la presión que ejercen las mafias por la situación geográfica de España.

Estas circunstancias son las que esgrime el Mando de Apoyo para sacar a contratación pública la compra de cuatro patrulleras, por las que recibirá ofertas hasta las 9 horas del próximo 1 de marzo sobre un presupuesto máximo de 10,77 millones de euros (impuestos incluidos). Los dos primeros barcos no se entregarían hasta marzo de 2022, mientras que los dos restantes se suministrarían en julio de 2023.

En el pliego de cláusulas administrativas que regulará el procedimiento, consultado por El Independiente, la Guardia Civil admite que una tercera parte de las embarcaciones medias que integran la flota de su Servicio Marítimo tiene una antigüedad de al menos 20 años, pese a que, atendiendo a criterios técnicos y de seguridad, la vida útil de estos barcos se cifra en 15 años.

"Las citadas embarcaciones en muchos casos incumplen las condiciones de acomodación necesarias para los servicios que prestan y, además, las horas de navegación efectuadas han sobrepasado las expectativas iniciales, obligando a plantear las necesarias renovaciones exigibles a sus motores e hidrojets, descatalogados en el caso de los primeros. Todo ello implica inversiones en las citadas embarcaciones que superan con mucho el valor residual de las mismas, al encontrarse éstas con su vida útil sobrepasada", expone la Jefatura del Servicio de Contratación.

La antigüedad de los medios navales no es el único inconveniente al que se enfrentan los agentes destinados en el Servicio Marítimo. El Cuerpo también es consciente de que algunas de las embarcaciones con las que cuenta no son las más apropiadas para los fines a los que se están destinando, lo que puede eventualmente lastrar el éxito de operaciones.

Condiciones climáticas adversas

"Las circunstancias operativas y ambientales con las que la flota desarrolla su labor de lucha contra la inmigración son muy diferentes respecto a las previstas para las embarcaciones de alta velocidad. Esta circunstancia hace más idóneo el uso de patrulleros de casco de aluminio de mayor porte, estructura más reforzada y un excelente comportamiento en la mar en condiciones meteorológicas adversas, como las que suelen concurrir en la lucha contra la inmigración ilegal", añade el pliego.

Por ello, la Dirección de la Guardia Civil pretende adquirir dos patrulleras de aluminio todo tiempo para su utilización en los servicios relativos a perseguir la inmigración irregular y el patrullaje de larga duración en circunstancias climáticas desfavorables y otras dos de alta velocidad para los operativos de lucha contra el narcotráfico, crimen organizado y redes de inmigración en los que se requiere más velocidad ante las posibles persecuciones que se tuvieran que entablar y los medios cada vez más sofisticados con que cuentan las mafias. "El suministro planteado se considera el idóneo para posibilitar el adecuado cumplimiento y realización de los fines institucionales y satisfacción de las necesidades surgida en el citado ámbito", enfatiza.

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Desde el punto de vista técnico, las dos patrulleras medias todo tiempo a adquirir deberán ser de tipo monocasco cabinada y contar con el acabado "del más alto nivel de calidad para embarcaciones profesionales" de este tipo. La embarcación estará conformada por el casco, la cubierta -ambas de aluminio- y sobre ésta irá la superestructura, necesariamente fabricada con poliéster reforzado con fibra de vidrio. "Hasta un estado de la mar fuerza cinco en la escala de Douglas, la patrullera ha de operar sin limitaciones en aguas de toda la España Peninsular, Ceuta, Melilla y Archipiélagos de Baleares y Canarias", especifica el pliego de cláusulas técnicas.

Un tercio de las embarcaciones medias que integran su flota tiene más de 20 años de antigüedad, admite la Guardia Civil

La eslora total de este modelo deberá ser de al menos 20 metros y no superar los 22, la manga oscilará entre los 5 y 6 metros y el calado no excederá 1,1 metros. Cada una de las dos embarcaciones de estas características deberá estar equipada con dos motores de al menos 1.400 caballos de potencia cada uno, capaces de garantizar una velocidad de 27 nudos a plena carga y de 35 con peso completo. La vida útil no podrá ser inferior a 20 años, estimándose un uso de unas 3.000 horas al año por patrullera.

En el caso de las embarcaciones de alta velocidad, el casco, la cubierta y los mamparos deberán estar fabricados con chapa y perfiles de aleación de aluminio. La eslora total (no superior a 18,5 metros) y la manga (entre 3,5 y 4,5 metros) exigidas son menores. Las dos turbinas tendrán una potencia mínima de 1.800 caballos cada una, de modo que pueda ofrecer una velocidad mantenida de al menos 55 nudos durante una hora.

Para cubrir estas necesidades, la Guardia Civil ha previsto un presupuesto de 10.769.000 euros, cantidad que desembolsaría en las anualidades 2022 y 2023. Será en estos dos ejercicios cuando el proveedor que se adjudique el contrato tendrá que entregar las embarcaciones: el 1 de marzo de 2022 tendría que servir una patrullera media todo tiempo y otra de alta velocidad y el 1 de julio de 2023 las dos restantes. Las unidades del Servicio Marítimo de la Guardia Civil a las que se destinarían estas embarcaciones son las de Asturias, Cantabria, Huelva, Cádiz, Algeciras, Ceuta, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona y Barcelona, según se detalla en la documentación.

Mejoras técnicas

La oferta económica será el principal criterio de adjudicación. Concretamente, el precio tendrá un peso del 55 % en la decisión final, que valorará con un máximo de 45 puntos las mejoras técnicas que propongan los licitadores. Éstas son el aumento de la velocidad, la autonomía y el planeo sobre lo exigido, el círculo de evolución, las esloras para que la embarcación quede completamente parada (crash stop), las horas de funcionamiento entre reacondicionamientos (TBO), el tiempo que se necesita para alcanzar la velocidad punta y la ampliación del plazo de garantía requerido.

El Servicio Marítimo es la unidad que desempeña las funciones que la Ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad asigna a la Guardia Civil en las aguas españolas y continentales. Su labor se centra fundamentalmente en la vigilancia de las costas en prevención del narcotráfico y la inmigración irregular. También vela por la conservación del medio ambiente y el patrimonio histórico sumergido, al tiempo que hace cumplir las leyes de pesca y tráfico marítimo.

De acuerdo con las estadísticas de Interior, 40.106 inmigrantes lograron llegar a España por vía marítima el pasado año en 2.124 embarcaciones, lo que representa un incremento del 53,6 % (14.003 personas más) respecto a 2019. La mayor presión la sufrió Canarias, que vio cómo el número de migrantes irregulares se disparó un 756,8 % hasta los 23.023.