El ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas explicó este lunes durante el juicio por el supuesto pago de la reforma de la sede del Partido Popular con dinero negro de donaciones de empresarios a partir de las que se creó la contabilidad irregular o caja B de la formación que ésta sirvió para crear un sistema de sobresueldos que asegurara mantener su salario a los altos cargos del partido cuando entraran en el Gobierno.

Según expuso desde el banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional, fue el secretario general en tiempos de la presidencia de José María Aznar, Francisco Álvarez Cascos, quien instauró dicho sistema por el que altos cargos del partido recibirían complementos salariales de dicha caja B engordada con las donaciones de empresarios afines que esperaban recibir un trato de favor posteriormente. El propio Bárcenas, como él mismo ha declarado, y su antecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta, habrían entregado el dinero en efectivo metido en sobres a los políticos.

De esta manera se habría compensado, según el ex tesorero popular, al ex vicepresidente Rodrigo Rato, al ex ministro Jaime Mayor Oreja, al ex presidente del Congreso de los Diputados Federico Trillo-Figueroa, al consultor e ideólogo del partido Pedro Arriola, a la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y al ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Según su testimonio, él mismo habría entregado a estos dos últimos dos sobres con 25.000 euros de sobresueldo, respectivamente.

Precisamente el fiscal Antonio Romeral fue incisivo preguntando a Bárcenas por qué registró en documentos escritos a ordenador supuestas entregas de sobresueldos a Rajoy que no reflejó en su contabilidad en papel en la que se basa la Justicia para investigar las supuestas irregularidades. Él restó importancia a que no hubiera una coincidencia total entre distintos documentos y argumentó que "no repetí la literalidad de la anotación pero el concepto es el mismo".

Ley de incompatibilidades

Según el también ex gerente del PP, la aplicación de los fondos de la caja B para «retribuciones a cargos electos, complementos de sueldo a quienes se quería ayudar por un tema especial, como a Luis Fraga como senador por Cuenca, o al ex gerente Páez con una determinada cantidad como gratificación o a ayudar a las familias de concejales asesinados (por ETA)» la hizo Cascos (secretario general del partido entre 1989 y 1999) y la mantuvieron y por tanto conocieron los secretarios generales siguientes Javier Arenas, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal.

Bárcenas ha argumentado ante los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a preguntas del representante del Ministerio Público que pide para él cinco años de prisión en esta causa que este sistema se instituyó en el PP para que sus ministros no incumplieran la Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.

"Hasta el año 97 recibían una cantidad en concepto de gastos de representación que se pagaban conforme a ley y de una caja oficial. Al llegar al Gobierno, porque se incorporan todos, se produce la ley de incompatibilidades. Evidentemente, suponía una merma muy importante en la retribución que percibían y la propuesta que recibe el tesorero es que no perciban menos dinero neto del que venían percibiendo. Había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable hasta llegar a esa cantidad", expuso.

Lapuerta se desplazaba al ministerio y les entregaba los sobres

Él mismo habría guardado en su despacho el dinero de la caja B, lo habría metido en sobres y su antecesor en el cargo, el fallecido Álvaro Lapuerta, los habría entregado a sus destinatarios: "Se desplazaba al ministerio y les entregaba los sobres", afirmó.

Bárcenas también confesó durante el juicio que un abogado vinculado al PP, Javier Iglesias, le habría ofrecido 500.000 euros a cambio de que modificara sus apuntes sobre la contabilidad paralela, los conocidos como papeles de Bárcenas, una vez estos fueron publicados en El País. Según el ex tesorero, pretendía así trasladar a la opinión pública que alguien había filtrado dichos documentos para dañar al partido y que éstos no reflejaban una realidad.

Según su declaración, se negó y pidió "975.000 oficiales, no de la caja B, que era lo que me correspondía en concepto de indemnización por el tiempo que llevaba en el partido", dijo respecto a la negociación para su despido por el que llevó a la formación a los tribunales.

Reconoce que la reforma se pagó con dinero negro

Durante el interrogatorio del fiscal, Bárcenas ha reconocido haber pagado al socio de la empresa de arquitectura Unifica una parte de la obra de a reforma de la sede central del PP con dinero negro. En Sala se le ha expuesto un documento escrito a mano en el que el dueño de la compañía Gonzalo Urquijo, también acusado, manifestó haber recibido 200.000 euros en "concepto de pago complementario de la factura de la planta 4ª con la que queda cancelada dicha factura.

El ex tesorero ha explicado que "cuando era un pago con cargo a la caja B el recibo se hacía a nombre de Urquijo y no de Unifica". Bárcenas afirmó durante su declaración que tanto él como Lapuerta eran conscientes de que estaban incurriendo en una irregularidad al pagar con dinero negro estos trabajos, así como los sobresueldos. Afirmó que asume su responsabilidad al respecto pero, sobre si el partido se habría ahorrado el impuesto de sociedades pagando de esta manera una parte de la reforma al no haberlo declarado a Hacienda, sostuvo que "pensábamos que los partidos al ser entidades sin ánimo de lucro estaban exentos del pago del impuesto de sociedades".