Instituciones Penitenciarias ha autorizado hoy el traslado de cinco nuevos presos de ETA a cárceles vascas o próximas a Euskadi. Entre ellos figuran dos miembros destacados de la organización terrorista como Ainhoa Múgica Goñi y Juan Antonio Olarra Guridi, condenados a 1.243 años de cárcel por el asesinato de seis trabajadores del parque de automóviles de la Armada el 11 de diciembre de 1995. Ambos miembros de ETA fueron condenados por la colocación de un coche bomba que estalló al paso de una furgoneta donde viajaban Manuel Carrasco Almanza, Santiago Esteban Junquer, José Ramón Intriago Esteban, Florentino López del Castillo, Félix Ramos Bailón y Martín Rosa Varela, todos ellos civiles que trabajaban en el parque automovilístico.

Múgica Goñi y Olarra Guridi serán trasladados desde la prisión de Granada a la cárcel de Logroño. Ella cumple además condena por el asesinato del mosso de Esquadra, Santos Santamaría Avendaño y el atentado dirigido contra el subsecretario de política científica, Juan Junquera, que, como otras 95 personas, resultó herido. Además, Goñi está condenada por haber ordenado al comando 'Xoxua' de ETA perpetrar un atentado contra la Torre de Logroño en 2001.

Por su parte, Olarra Guridi también fue condenado por el asesinato del exfutbolista de la Real Sociedad y empresario, José Antonio Santamaría vaqueriza, además del asesinato del funcionario de prisiones burgalés, José Ramón Domínguez Burillo. También fue condenado como inductor del asesinato del fiscal, Luis Portero García y del coronel, Antonio Emilio Muñoz Cariñanos. En su larga lista de condenas también figura una de 1.000 de cárcel por el atentado contra Juna Junqueras y la bomba que por error colocaron a un trabajador sevillano al que confundieron con un militar.

El tercero de los presos de ETA que será trasladado, desde la prisión de Murcia II a Zuera, en zaragoza, es Miguel Santiago Izpura. está condenado a 27 años por su participación en el asesinato del capitán de la Guardia Civil, Luis Ollo Ochoa en 1984.

Logroño y Zaragoza

Desde la cárcel de Alicante a Logroño será acercado Arkaitz Goikoetxea Basabe. Está condenado a 515 años de prisión por preparar y ejecutar el atentado contra la casa cuartel de Legutio (Álava) en el que murió Juan Manuel Piñuel Villalón. Fue condenado a 11 años de prisión por el ataque con 'cócteles molotov' contra una patrulla del a Ertzaintza en 2001. Además, sobre él pesan dos condenas por atacar las casas cuarte de Calahorra (La Rioja) y de Durango (Bizkaia) y por la colocación de una furgoneta bomba en las cercanías del Club Marítimo del Abra en Getxo el 19 de mayo de 2008.

El último de los presos trasladados es Ignacio Crispín Garcés desde la prisión de Zuera, en Zaragoza, a la cárcel de Basauri, en Bizkaia. Cumple condena por pertenencia a ETA y por la colocación de dos explosivos en una residencia militar en Araca (Vitoria).

Con estos acercamientos son ya 165 los presos de ETA que se han beneficiado de la medida desde que el Gobierno comenzó a aplicarla en verano de 2018. De entre todos ellos, en 72 casos se trata de presos de la banda que cumplen condena por delitos de sangre. Actualmente las prisiones del País Vasco acogen ya a 35 reclusos de la organización a los que se suma otra decena que cumple condena en la cárcel de Pamplona.

El 87%, en prisiones del norte

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha emitido un comunicado en el que reitera sus reproches al Ejecutivo de Pedro Sánchez su "poca sensibilidad con las víctimas" al autorizar estos acercamientos en víspera del Día del Padre. "Los hijos de estas víctimas de la barbarie terrorista no sólo no podrán celebrar este día con sus padres, sino que van a recibir la dura noticia de que su asesino va a ser trasladado cerca de su domicilio".

La AVT denuncia además que prisiones como la de Logroño se está convirtiendo en un "núcleo de etarras" al acoger ya a una veintena de presos de ETA o la de Zuera, en Zaragoza, con una docena. Apuntan además que el 87% de los presos cumple condena ya en una cárcel al norte de Madrid y que apenas 26 de los 193 presos encarcelados cumple su condena en un centro del sur del país.