La Policía Nacional ha entregado al juez del caso Villarejo un nuevo informe con el contenido de las conversaciones entre el comisario investigado José Manuel Villarejo y el exjefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, en las que el primero trata de implicar a Ignacio Sánchez Galán como conocedor del avance de sus trabajos de espionaje.

El informe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) fechado el 12 de mayo e incorporado a la causa recoge las grabaciones de los encuentros entre Asenjo y Villarejo entre 2004 y 2006 cuando, según se investiga en la pieza 17 del caso Tándem, la compañía habría encargado a la empresa Cenyt del entonces policía en activo que investigara a quienes se oponían a la puesta en marcha de una central de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (Cádiz). Fue bautizado como proyecto Arrow.

En las fechas mencionadas, entre 2004 y 2005, Iberdrola también habría pedido al comisario, según los indicios recogidos por los investigadores, que buscara información sobre el expresidente de Endesa Manuel Pizarro con la que desprestigiarle.

En las conversaciones que recoge el informe policial, que fueron grabadas por Villarejo, el primero cuenta los avances de su investigación en el Proyecto Arrow y le pide más dinero para seguir trabajando. De hecho, le insta a que lo solicite a su jefe, entienden los agentes de la UAI que se refiere a Sánchez Galán, al que en otros puntos de las conversaciones menciona como "el señorito" o "don Ignacio".

Villarejo insta en varias ocasiones a su interlocutor, que fue el intermediario entre la compañía y el comisario, a que se pronuncie sobre el conocimiento de los superiores de la compañía de su trabajo y que le transmita qué valoración hacen. Asenjo contesta que "la opinión la tiene que dar él (tercera persona)", se recoge en el informe policial, sin concluir a quién se refiere.

"Don Ignacio luego que decida"

En otra de las conversaciones, posiblemente relativa al proyecto de Pizarro (al que el comisario se refería como 'BB') el exjefe de Seguridad llega a decir a Villarejo que de los asuntos económicos se encargan otras personas, no Sánchez Galán:

-Villarejo: Y lo de lo otro, pues chico dime... eh... estoy en tus manos, dime Pepe baja esto, haz no se que, retírame eh.... De verdad de verdad he mirado con todo el detalle, con todas las posibilidades y... yo no sé, yo no sé dar un trabajo que no sea de ciertos aires de calidad, entonces... si quiero poner a este tío patas arriba ponerlo en calzoncillos para que el jefe... Don Ignacio luego... decida lo que tenga que decidir él por su cuenta, hay que, hay que invertir un poquito y hay que, hay que meterte en, en toda la, en todo el... digamos las interioridades y, y todo el clan de, de confianza que tiene este tío, ¿no?... eso no es fácil... no sé y ¿qué esperaba macho del presupuesto?

-Antonio: No, si él no mira...

-Villarejo: No mira.

-Antonio: ...el tema económico

-Villarejo: ¡Ah! Es la otra gente.

-Antonio: Otra gente

Intervención de llamadas

Según se investiga en la causa, Iberdrola pagó a Villarejo más de un millón de euros por distintos trabajos que realizó desde su empresa privada a lo largo de casi una década.

En las conversaciones recogidas en el último informe se analizan grabaciones que fueron incautadas al comisario cuando fue detenido en noviembre de 2017 y que aún no habían salido a la luz.

Los agentes trasladan las evidencias de que el comisario rastreó llamadas de las personas que se oponían al proyecto de Iberdrola en Arcos de la Frontera, como una plataforma vecinal, ecologistas o miembros del Ayuntamiento, informando después del resultado al exjefe de Seguridad Asenjo.

Fue el caso de la concejal de la concejal Arantxa Azcúnaga, a la que el comisario rastreó el flujo de llamadas, haciendo a Asenjo comentarios de su vida privada que pudo saber gracias a esas intervenciones. El propio comisario trasladó a Asenjo que lo hizo gracias a la colaboración de un trabajador de Amena y del exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) también investigado en la causa Enrique García Castaño.

La policía concluye que existen "evidencias de acceso a multitud de tráficos de comunicaciones telefónicas de sus investigados" por parte de Villarejo.