El líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, ha provocado con su ingreso en el Hospital San Pedro de Logroño para ser tratado de una afección grave de Covid-19 que se reabran sus causas pendientes con la Justicia española, además de un conflicto migratorio y diplomático entre España y Marruecos.

Brahim Ghali entró en nuestro país con una identidad falsa. Así lo comprobaron los dos agentes de la Policía Nacional que se desplazaron "de urgencia" al hospital riojano para corroborar si el mandatario saharaui se había registrado en el centro sanitario con un nombre que no era el suyo.

El 18 de abril, "el paciente Mohamed Benbatouche, nacido el 19 de septiembre de 1950 con nacionalidad desconocida y número de pasaporte no contrastado", llega a las 22:48 proveniente de Zaragoza en una ambulancia medicalizada al Hospital San Millán-San Pedro de La Rioja, tal y como certifica el oficio realizado por la Dirección General de Policía (DGP) el 5 de mayo al que ha tenido acceso El Independiente. Allí, ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por las "severas complicaciones respiratorias" que le había provocado el Covid-19 y que derivaron en una "neumonía bilateral complicada por una polineuropatía que le impide respirar por sí mismo", informaron desde el centro a los efectivos de la Comisaría General de Información desplazados.

Sus acompañantes

Benbatouche viajó con dos acompañantes: el primero de ellos es "un doctor de nacionalidad extranjera, posiblemente argelino, que aporta al expediente del paciente un informe médico emitido, sin firma ni rúbrica, por el doctor Mohamed Seghir Nekkache, del Hospital Central de L'Armee de Argel". El segundo "dice ser un familiar, sin más datos de filiación", señala la DGP. En el oficio se indica que "se puede deducir que el [primer] acompañante es el propio doctor Nekkache, pero no es un dato aún confirmado". El nombre de Mohamed Seghir Nekkache se corresponde con el de un médico argelino fallecido en 2010, alabado por curar a los caídos en la guerra de independencia de Argelia.

Al ser preguntado por los agentes, un responsable del servicio hospitalario "asegura, sin ningún género de dudas, que Mohamed Benbatouche es Brahim Ghali e invita a una comprobación visual a los funcionarios de Policía allí presentes, cuyo responsable declina el ofrecimiento por considerarlo innecesario, teniendo en cuenta el estado crítico de salud del paciente", recoge este oficio, que posteriormente fue remitido al Juzgado de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional.

El magistrado al frente de dicho Juzgado, Santiago Pedraz, citó en un principio al líder del Frente Polisario a declarar como investigado a Brahim el 5 de mayo en base a los hechos trasladados contra él en una querella de la Asociación Asociación Saharahui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) que le acusa a él y a otros 28 oficiales del Ejército de Argelia y miembros de Seguridad del Frente Polisario de genocidio contra saharauis en los campamentos de Tinduf desde los años 70.

Sin embargo, su médico en La Rioja consideró que, aunque "sería factible su traslado a Madrid en una ambulancia medicalizada", el estado físico de Ghali sería "de extrema debilidad" por la imposibilidad de "moverse o alimentarse por él mismo". Asimismo, el doctor sostuvo que el estado cognitivo e intelectual del mandatario saharaui "sería absolutamente insuficiente como para responder a preguntas de una mínima complejidad", dado que sólo podía en ese momento tener "breves conversaciones sobre cuestiones menores".

"Paciente desorientado"

El expediente médico de Ghali refleja que el líder del Frente Polisario, de 71 años, advierte que en algunos momentos el paciente "parece desorientado" y los médicos sugieren "continuar con la rehabilitación". En este oficio, emitido el 5 de mayo, se esperaba que Brahim Ghali recibiese el alta hospitalaria el pasado domingo, pero, hasta donde se tienen noticias, sigue en el hospital riojano.

Debido a que continuaba teniendo un estado de salud delicado en el momento en el que se envió a la Audiencia Nacional el anterior oficio, el instructor decidió posponer hasta el 1 de junio su declaración en base a la querella de ASADEDH y otra posterior, de 2019, presentada por el activista saharaui con nacionalidad española Fabel Breica, también por el maltrato supuestamente recibido en Tinduf por oponerse a las directrices de quienes estaban al mando en el Frente Polisario.

Un policía nacional fue el encargado de comunicarle personalmente a Brahim Ghali que había sido citado para declarar. El líder del Polisario entendió en castellano, a pesar de su delicado estado de salud, el contenido de la citación. Un oficio de la DGP recoge que Ghali se negó a firmar el recibí de la citación "aduciendo a que era su deseo contactar con la embajada argelina y con personas de su confianza sobre la conveniencia de la firma". Alegó, además, que necesitaba "varios días" para decidirlo.

Asimismo, el dirigente del Frente Polisario manifestó que quería entregarle la citación que el agente le había llevado hasta el hospital logroñés al doctor Mohamed Seghir Nekkache. Si Brahim Ghali no acudiese a declarar en dos semanas -aún a expensas de que la cita pueda retrasarse por su delicado estado de salud- sería la tercera vez que eludiría la Justicia española. La primera fue en 2013 y la segunda en 2016.