La escritora manchega Ana Iris Simón, fenómeno editorial de la temporada tras publicar su primer libro Feria, fue invitada este sábado a La Moncloa en un acto enmarcado en el programa Reto Demográfico del documento España 2050 contra la despoblación. Y su discurso se ha hecho viral.

"No habrá agenda 2030 ni plan 2050 si en 2021 no hay techo para placas solares porque no tenemos casas, ni niños que se conecten al wifi porque no tenemos hijos”, resaltó Simón frente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Su obra cuenta la historia de cómo una chica manchega se traslada a la capital de España para encontrar un espejismo del éxito: trabajos precarios, alquileres que no puede permitirse y una chocante infantilización del mundo cultural. La autora denuncia con todo que vivimos en un mundo que compensa sus injusticias con palabras que coger al vuelo y falsas promesas.

No habrá agenda 2030 ni plan 2050 si en 2021 no hay techo para placas solares porque no tenemos casas, ni niños que se conecten al wifi porque no tenemos hijos”, señaló

Ese ha sido el eje de su discurso en Moncloa, que llega de manera transversal a lectores y también a políticos. Y es que la autora ha aprovechado su presencia en el acto para reclamar al presidente del gobierno que su «plan demográfico» pase «en primer lugar por fomentar el acceso al trabajo y a la vivienda».

A estas palabras se han sumado también otras que rápidamente se han hecho virales en redes sociales: «Que los jóvenes de pueblo no nos veamos obligados a hacinarnos en grandes ciudades y se vacíen hasta las capitales de provincia pasa por revertir lo que nos trajo aquí, por reindustrializar el país, por una regulación inmobiliaria sin medias tintas y por medidas que beneficien nuestros productos frente a los de fuera», ha señalado la manchega.

Simón también ha aprovechado su propia situación personal (está embarazada de ocho meses) para hablar de la inseguridad que se tiene actualmente cuando se decide ser madre: «Lo que más envidio de mis padres a mi edad es que para ellos tener hijos no supuso el salto al vacío que yo siento ahora. Con 28 años he vivido tres ERE y mi contrato temporal finaliza dos días después de la fecha programada para mi primer parto. No tengo coche y no tengo hipoteca y si no los tengo es porque no puedo».