El traslado al edificio adquirido por el Estado como futura sede de la Embajada de Espala en Venezuela no se producirá antes de final de año, según el plazo que maneja en este momento el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Como desveló este diario, las obras se prolongan desde hace 22 meses y la inversión total supera ya los nueve millones de euros.

A principios de 2020, fuentes diplomáticas informaron de que la mudanza de la embajada y del resto de dependencias a la nueva sede en Caracas se preveía para "finales de primavera o principio de verano". Las mismas fuentes indican ahora que el cambio de dependencias no se materializará "antes del cuarto trimestre" del año.

El 17 de diciembre de 2018, meses después de la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, España compró al Banco Nacional de Crédito un inmueble ubicado en una urbanización de la Gran Caracas -denominado Torre BNC- y que ocupa una superficie de 1.875,55 metros cuadrados. El Estado pagó por este edificio seis millones de euros, según se detalla en la escritura de compraventa. 

Con un periodo inicial de ejecución de diez meses, a contar desde el 23 de julio de 2019, las obras tenían un presupuesto inicial de 2.806.600,20 dólares estadounidenses (el 12,75 % de beneficio industrial) y tendrían que haberse acabado en la segunda quincena de mayo de 2020. No se ha cumplido este plazo ni tampoco los costes previstos.

El pasado 9 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo de toma de razón de la ampliación de la declaración de emergencia para hacer frente a las nuevas necesidades surgidas en el desarrollo de los trabajos, dando luz verde a una ampliación del presupuesto de 396.564,25 euros en respuesta a la petición formulada por la constructora (YC CA). Ello elevaba el gasto hasta los 2.948.018,97 euros y alargaba la duración en al menos cuatro meses y tres semanas.

Mejora de las instalaciones

Entre las mejoras de las instalaciones e infraestructuras que justifican el incremento se incluye la adquisición de una planta eléctrica de 600 kVA de potencia (52.800 dólares), la construcción de un pozo profundo (28.132,50), la revisión del sistema hidroneumático (4.106,19), los bloqueadores para la esclusa (24.942,45) y sistemas de voz data-vídeo y seguridad (33.370,88).

A ello se suman otros sobrecostes relativos a los trabajos de electricidad, las obras de aire acondicionado, las instalaciones de detección y extinción de incendio, los ascensores y la plataforma de acceso y el lucernario. Por contra, se ha rebajado la cuantía de algunas partidas (como la relativa a gastos financieros o la reservada para imprevistos), lo que ha permitido compensar parcialmente el aumento sobrevenido.

Las obras de acondicionamiento se iniciaron en julio de 2019 con un plazo de 10 meses, pero continúan hoy ejecutándose

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han informado de que las obras de adaptación del inmueble siguen "en ejecución" y que, una vez que se recepcione, será necesario acometer actuaciones para la dotación de equipos y mobiliario "cuya duración en las actuales circunstancias de pandemia son impredecibles". En cualquier caso, admiten que no será antes del último cuatrimestre.

El Gobierno ha justificado en el "extraordinario incremento de los servicios consulares derivado de la prolongada situación de inestabilidad política" en Venezuela y la "deficiente situación" en materia de seguridad de las sedes actuales la necesidad de disponer de nuevas depedencias diplomáticas en Caracas.

En concreto, el edificio comprado a finales de 2018 será la futura sede unificada que alojará la Cancillería de la Embajada, el Consulado General de España, la Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la Oficina Comercial y otras consejerías y agregadurías instaladas actualmente en la Embajada. La situación alcanza también a la residencia de la Embajada.