Los ataques se han intensificado en las últimas semanas. No es la primera campaña contra la Ertzaintza. En los últimos años de modo intermitente los ataques contra el cuerpo policial procedente de ámbitos afines a la izquierda abertzale se han reproducido con mayor o menor intensidad. En los últimos días se ha elevado con pintadas, aparición de carteles y campañas a traves de redes sociales en las que los mensajes de odio se han venido repitiendo: "Todos odiamos a la Ertzaintza", "perros", "piscópatas" o reclamando al PNV que ponga "bozales" a los agentes.

El cuestionamiento de las intervenciones de los agentes por parte de la izquierda abertzale se ha repetido de modo reiterado en los últimos meses. Al mismo tiempo, las juventudes de EH Sortu, Ernai, procedían a lanzar la campaña de hostigamiento contra el cuerpo en forma de pintadas, carteles o ataques a más de una docena de sedes del PNV y el PSE. El Gobierno vasco, a través de la Ertzaintza, abrió una investigación que ha desembocado en la remisión de la misma a la Fiscalía por si estos hechos pudieran constituir un delito de odio.

Precisamente hoy la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal se ha referido a este tipo de ataques violentos. Lo ha hecho durante la firma de un acuerdo de colaboración en materia de memoria, paz, convivencia y derechos humanos con el Gobierno de Navarra. Artolazabal ha lamentado que estos "actos vandálicos que creíamos extinguidos" hayan resurgido. Considera que lo sucedido en las últimas semanas demuestra que "aún tenemos mucho que recorrer": "La convivencia en Euskadi aún es frágil y es necesario apuntalarla".

Ha reconocido que desde el final de la violencia terrorista hace casi una década se ha mejorado pero la convivencia sigue sin estar asentada. En su opinión, no lo estará hasta que toda la sociedad vasca "rechace cualquier acto vandálico por mínimo que sea". Recuerda que acciones de esta naturaleza "distorsionan" la convivencia en paz: "Yo creía que podía estar extinguido pero algunos lo tienen en su memoria".

Deslegitimar la violencia

Artolazabal ha reiterado que el País Vasco "ya ha sufrido mucho" y es hora de que "todo signo de violencia quede deslegitimado y podamos contribuir a un futuro en paz".

Estas manifestaciones las ha realizado tras rubricar junto a la consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, un convenio de colaboración entre ambas administraciones en materia de Memoria, Paz, Convivencia y Derechos Humanos. El objetivo es promover acciones y programas conjuntos para consolidar la paz y la convivencia en Euskadi y la Comunidad Foral.

El plan de actuaciones se enfocará en cinco ámbitos de modo esencial. El primero de ellos será la promoción de los derechos humanos y la dignidad de las personas, seguido de la deslegitimación de la violencia como medio para la defensa de ideas o proyectos. El plan de colaboración también incluye medidas de apoyo al reconocimiento de la verdad, la justicia y la reparación de todas las víctimas. Se contempla trabajar en favor de una "memoria crítica" del pasado y una clarificación de todas las vulneraciones de derechos humanos ocurridos en las últimas décadas.

Artolazabal ha defendido la apuesta por avanzar hacia una convivencia en las sociedades vascas y navarra en la que se asiente la idea de que "fue injusta" la violencia y "nunca más" debe repetirse: "Convivencia quiere decir reconocimiento, respeto, diálogo, empatía, interacción múltiple entre quienes piensan y sienten diferente".

Ambitos de colaboración

La consejera Ollo ha destacado que la colaboración en el ámbito de la memoria se encauzará en forma de intercambio de experiencias e iniciativas entre el Instituto vasco de la Memoria, Gogora, y el Instituto Navarro de la Memoria. Una de las primeras acciones hará referencia a las víctimas de la represión franquista. Ambos centros abrirán sus bancos de ADN y documentación para ampliar de modo conjunto la preservación de la memoria, la investigación y la recuperación de desaparecidos. Ollo ha recordado cómo de las alrededor de 3.000 víctimas que se produjeron en Navarra cerca de un tercio continúa desaparecida.

La colaboración se quiere extender también a programas educativos, actuaciones con asociaciones, investigaciones sobre vulneración de derechos humanos o la sensibilización en favor de una cultura de la paz, entre otros ámbitos.

Entre las primeras iniciativas fruto de este acuerdo figuran la celebración de una jornada sobre el empleo de las herramientas de digitalización. En la misma se presentarán iniciativas pioneras en España relacionadas con la documentación de víctimas durante la Guerra Civil, entre ellas las promovidas por Euskadi y Navarra. Además, se prepara otra jornada dedicada a la aplicación de los principio rectores de la ONU en el respeto a los derechos humanos en la empresa. Finalmente, está prevista una exposición centrada en la obra de Gerardo Lizarraga, autor navarro exiliado en México.