De los 49 miembros que conforman la actual comisión ejecutiva federal del PSOE a partir de este domingo, cuando se clausure el 40 congreso socialista, no van a quedar muchos. El presidente del Gobierno e indiscutible líder, Pedro Sánchez, no sólo quiere reducir su número sino que además, "se siente libre de ataduras con respecto a los que le auparon al liderazgo del PSOE", dicen fuentes de Ferraz, y ya ha ido soltando lastre.

Es el caso de las significativas y traumáticas salidas de José Luis Ábalos y Paco Salazar, que fuera mano derecha de Iván Redondo en Moncloa, todavía secretario de Acción electoral del PSOE, sin ejercer y sin despacho, al que le sustituirá Javier Izquierdo, delegado en Castilla y León, que ya formaba parte de la ejecutiva.

De la dirección también se han ido el alcalde de Valladolid y portavoz del partido -al que se le silenció rápido por sus habituales controvertidas manifestaciones-, Óscar Puente, y el diputado vasco Odón Elorza, que decidió despedirse de Ferraz hace unas semanas.

La gran incógnita sigue siendo el futuro político de Carmen Calvo, ex vicepresidenta del Gobierno y responsable de Igualdad, y Patxi López, la única muestra de integración de Sánchez en la ejecutiva saliente y que tiene papeletas para seguir por el mismo motivo. En caso de salida de Calvo, Lastra podría asumir para su vicesecretaría general las políticas de igualdad.

Calvo sigue siendo una incógnita mientras Patxi López tiene bazas para continuar

Además del reforzamiento de Adriana Lastra en la vicesecretaría general y de Santos Cerdán en Organización -los dos pesos pesados de Ferraz- las pocas certezas apuntan a la continuidad de Cristina Narbona como presidenta del partido, tal y como ha adelantando El País, y de Alfonso Gómez de Celis, que cambia de responsabilidad al saltar del área de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas a Política Municipal. Se da como seguro que Isaura Leal, presidenta de la gestora de Madrid, también continuará en la ejecutiva.

Además, el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, será responsable del Consejo Político Federal, sustituyendo a uno de los barones que entra en la ejecutiva, el extremeño Guillermo Fernández Vara, otrora crítico con Sánchez, y, a partir de este domingo, secretario de área de Política Autonómica. Asimismo, la directora adjunta del gabinete de Sánchez en Moncloa, Llanos Castellanos, será secretaria del área de Relaciones Institucionales.

Hay apuestas cruzadas a favor de la entrada de Hana Jalloul, responsable de la ponencia marco de la cita congresual, que decidió no competir por el liderazgo del partido en Madrid. Además, en caso de que Juan Lobato gane el cónclave madrileño dentro de dos fines de semana dejará de ser la portavoz en la Asamblea autonómica para poder dedicarse de lleno al partido.

Entre los ponentes del congreso federal también hay tres actuales ministros: Félix Bolaños, Pilar Alegría y José Manuel Albares. Fuentes socialistas apuntan a que lo más probable es que Sánchez opte por un modelo en que nadie acumule cargos, por lo que, contra toda previsión, se quedarían fuera de Ferraz. No obstante, el ministro de Presidencia, hombre para todo en el Gobierno, podría actuar a modo de enlace entre Moncloa y Ferraz. Nadie mejor que él.

Nueva generación de socialistas

Otros nombres a tener en cuenta son los del asturiano Jonás Fernández, la extremeña Isabel Gil; la cántabra Ainoa Quiñones o la balear Aina Calvo, aunque Sánchez no atenderá a criterios territoriales para elaborar la lista de los elegidos. Sí se visualizará el respaldo a una nueva generación de dirigentes socialistas bajo en mando directo de Lastra y Cerdán, cuyo objetivo es afrontar el calendario electoral que arranca el próximo año con las andaluzas y sigue con la locales autonómicas del cuarto domingo de mayo de 2023 y termina en las generales, todavía sin fecha.